Afortunadamente, desde mi localidad no vi el percance de Aparicio en toda su crudeza. De hecho, comentábamos si le habría herido en la cara o en el pecho. Fue muy poco tiempo, justo después de que Morante dejara una tanda al natural con gusto y lo despachara con una media las nuevas tecnologías nos habían acercado la foto en la que se veía una de las cornadas más horrorosas que habíamos visto en los últimos años. Antes, Aparicio había dejado un recibo con el capote de un gusto extraordinario, con una media desmayada que compendiaba toda una tauromaquia. Como la primera serie de derechazos con su personalísimo gusto. Pero al fin, la coz del toro, el desequilibrio de Aparicio y la cornada certera descompusieron la tarde.
O casi, porque después pudimos ver, como una catarsis cruel, en duelo por el héroe alcanzado por la fiera, un recibo magistral de capote de Morante al tercero de la tarde. Y otro, arrebatado y profundo, al quinto-tris (¡hay que echarle ganas para ir al toro de Mari Carmen Camacho como fue Morante, después de que hubieran echado los dos anteriores para atrás!). Como dos de las verónicas del quite, que justificarían toda una feria y toda una afición.
Y vimos también al Cid recuperar su toreo en el sexto de la tarde. Volver a su mejor cara dando sitio al toro y toreándole con gusto con la derecha (por la izquierda no tenía ni un pase). Y matar como pocas veces le hemos visto. Esperemos que esta faena, esta oreja, le ayuden a coger confianza y a retomar el toreo que tanto nos ha emocionado.
Pero, al fin, había un hombre que estaba siendo operado y cuya tragedia nos rompía el alma. Es difícil sentir sin pudor la belleza cuando has visto cómo un toro le ha organizado aquello a un diestro minutos antes. Muy difícil.
Desde esa misma tarde, el toreo volvia a ser noticia. Noticia cruenta. Con la foto del pitón del toro saliendo por la boca de Aparicio. ¡Ya podrían ocuparse también de la belleza! ¡Ya podrían haber puesto la foto y las imágenes de la media de Aparicio, de las verónicas de Morante, de la faena del Cid! Esta y otras tardes. O, al menos, otras tardes. Que sean también noticia la belleza, la creación y las musas.
¡Cuánto nos queda por ilustrar a quienes no quieren aprender y sólo se regodean en la tragedia y las vísceras! Lo que viene siendo casi todo el periodismo en los últimos años...
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1 comentario:
Es que un buen periodista debería acompañar la foto gore con la gran faena de Madrid, que todo el mundo puede ver en youtube.
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