Lo de esta tarde ha sido una pena. Sin excusas ni paliativos.
Hoy ha habido toros. De los Recitales, por más señas. Y se les ha podido hacer, en mayor o menor medida, toreo del bueno.
Y ha habido toreros. Porque los tres espadas, Curro Díaz, Iván Vicente y Ambel Posada ha habido alguna tarde que han demostrado que sabían torear. Pero hoy han debido nublarse como el comienzo del día, pero, a diferencia de éste, no han clareado cuando han sonado los timbales.
Sólo detalles pintureros de Díaz, que no ha logrado acoplarse con sus toros ni cuajar una faena, o al menos una serie, redondas. El sentido estético, ayuno de colocación, técnica y valor, no es suficiente.
Y voluntad de Iván Vicente, con algún pasaje bueno (sobre todo en el segundo), pero en general mal colocado en sus dos toros, dando muchísimos tirones y aburriendo al personal.
Como Ambel Posada, intentándolo pero con una estética vulgar. Nada que ver con lo que nos habían contado de este torero.
Y todos mal con la espada.
Al final, la sensación de que los toros tenían más, mucho más, que torear. Y que estos toreros, tal vez por la presión, por el miedo escénico, han perdido una oportunidad única de hacerse un hueco en el escalafón. Con lo difícil que está.
domingo, 10 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Como eran de Los Recitales, os ha caído un recital. El año que viene que los lidien Aute y Silvio.
Publicar un comentario