La gente seguía hablando de Morante. Y así vamos a estar hasta el día 5, que vuelve. O hasta que los Victorinos den un aldabonazo tal que la emoción se sobreponga a la gracia. ¿Se imaginan ustedes que la empresa ofrece a Morante sustituir en la de Victorino a el Fundi -que afortunadamente está evolucionando bien, pero que será difícil que pueda torear esa tarde-?
De momento, ha vuelto la monotonía. Más por los toros que por los toreros.
Corrida sosa, descastada, mansa y sin sustancia de Valdefresno y Fraile Mazas.
La mataban tres toreros que saben torerar (lo han demostrado), aunque se encuentran en diferente estado de forma.
Juan Bautista está desorientado. Así lo demostró en su primero, un toro que no era una hermanita de la caridad, pero que pasaba con cierta boyantía y al que le hizo las cosas de forma muy fría, sin ajustes y sin recursos (salvo el comienzo de faena, rodilla en tierra, muy torero). En su segundo (que le dio un susto descosiéndole longitudinalmente toda la taleguilla, y menos mal que fue sólo en eso) toreó con muchas precauciones y tampoco pudo (o supo) sacar nada en claro.
Perera, sin embargo, estuvo serio y entregado toda la tarde. Y si no triunfó fue porque con los oponentes que tenía era imposible hacerlo. Su primero fue devuelto por flojo y salió un sobrero cinqueño de J.L. Marca en el que hubo un interesante pique en quites: Talavante quitó con una emocionantísimas gaoneras cambiadas (no sé si el lance tendrá alguna denominación específica, pero eso es la manera más clara que se ocurre para denominarlo) y Perera replicó con un quite tremendo de quietud, cambiándose la capa a la espalda y pasándose el toro muy ajustado. Con la muleta, empezó con pases por alto sin mover los pies del sitio y luego lo toreó sobre todo con la derecha (por la izquierda el toro no pasaba), con técnica y clase. Lo mató de una estocada hasta la bola algo trasera y cuatro descabellos y la ovación del público le obligó a salir al tercio a saludar.
Con el quinto era posible hacer nada. Protestado por su presentación y por flojo, Perera lo dejó muy crudo. Con la muleta, le dio sitio en una primera tanda con la derecha, que fue la única que admitió el animal. Luego, se quedó impasible y Perera trató de tirar de él de todos los modos posibles, pero aquello no tenía ninguna posibilidad de transmisión.
A Talavante se le vio con cierta decisión, pero tuvo dos toros con una sosería mayúscula. A cada uno de sus toros pudo sacarle alguna series, pero con nula intensidad. Y el toreo, sin hondura o emoción, pierde todo su sentido.
Aún hay otra posibilidad de ver a Perera y Talavante. A ver si por fin vemos toros que embistan y que tengan fuelle.
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1 comentario:
En el caso de que lo de los Victorinos prosperase, que no lo creo teniendo otra corrida por delante. Y con todos mis respetos: ya le est´an dando a Jairo Miguel y a la feria de C´aceres.
A ver si hoy tienes m´as suerte.
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