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miércoles, 13 de mayo de 2009

Madrid (13 de mayo de 2009) - La distancia, coño, la distancia

Bolívar dio sitio al sexto de la tarde y triunfó. Es verdad que, además, se llevó una cornada en el muslo cuando fue a dar un cambio de mano y el toro hizo presa. Y también es verdad que el toro, para la mayoría del público, era de dos orejas; y que no las cortó porque aunque con una honestidad encomiable lució al toro, no acabó de cruzarse, de poderle y de ligar los pases con hondura. Fue una faena de torero enrazado, honesto, de verdad. De torero de una pieza. Pero para reventar aquello (y el toro era para haber reventado la plaza) había que habérsela jugado aún más.

Es jodido decir esto cuando un torero se ha llevado una cornada como la que le ha inferido el toro. Pero no nos equivoquemos. El toro le prendió al cambiarse la muleta de mano y quedar a merced del toro. No toreando por abajo y dejando la muleta en la cara. Si dejando la misma distancia se hubiera traido el toro más para dentro, más hondo, ligando series más largas, estaríamos hablando de un torero que ha roto la feria. Y de lo que hablamos es de un torero serio que ha hecho una buena faena y ha cortado una oreja de verdad, a ley. Que no es poco. Pero no es lo mismo.

En su primero estuvo algo más espeso, aunque es cierto que el toro tampoco daba grandes facilidades y el viento le molestó mucho.

Juan Bautista no ha tenido su tarde. El primero, uno de los tres remiendos de Marqués de Domecq, iba suavecito y tenía poca fuerza; se caía si se le obligaba. Pero el Bautista hizo una faena extraña en la que sólo indicaba al toro por dónde quería que pasara, pero sin conducir la embestida, sin templarlo (aunque fuera a media altura), sin tratar de que lo estaba haciendo tuviera un cierto sentido interno. En el cuarto quedó la sensación de que era posible haber hecho más. Dio también varias series inconexas, pero sin colocación adecuada, sin rematar los pases, sin ligar las series,... No sé ya si es una mala tarde, una mala racha o si es algo más hondo que el torero debería plantearse cómo reenfocar. ¡Con las grandes ilusiones que nos hizo albergar aquella tarde de otoño en esta mis plaza...!

Y El Fandi lo tiene muy difícil en esta plaza. Por razones parecidas a las que comentábamos ayer de Ferrera. Su forma vistosa de poner banderilla funcionó mejor que la del balear-extremeño, aunque hubo quienes no lo vieron así y protestaron de forma ostensible. Con la muleta, David nunca ha sido un virtuoso artista, pero hoy lo hemos visto con bastante más criterio. Baja la mano, liga los pases, traza despacio,... Es verdad que coge el estaquillador por un extremo, que torea despegado y hacia fuera, pero hoy ha dejado, al menos para mí, algún resquicio de que en algún momento puede llegar a sentir el toreo de un modo menos precipitado de como acostumbra.

Y así pasó una tarde más. Y no de las peores.

Mañana, jueves. Y los Jueves, Morante.

Bolívar, a recuperarse, que aún te quedan más tardes en la feria y hay que reventarla.

2 comentarios:

José María JURADO dijo...

Lo de Bolívar se presentía, lástima que no haya sido más. Morante ha toreado en Valladolid de fábula, se da una conjunción propicia de astros: mañana puerta grande. Suerte.

José María JURADO dijo...

Lo de Bolívar se presentía, lástima que no haya sido más. Morante ha toreado en Valladolid de fábula, se da una conjunción propicia de astros: mañana puerta grande. Suerte.