Ayer me perdoné los rejones. No por desconsideración o falta de interés, sino porque cantaba Serrat en Madrid (en el Circo Price) y era el único día para el cual había conseguido entradas. Esto de los toros en mayo es lo que tiene, que como uno no se tome un respiro cada ocho o diez días puede acabarle perdiendo el pulso a lo que sucede en la ciudad, que casi siempre sucede a media tarde, o sea, cuando estamos en los toros.
Cuentan que Pablo Hermoso estuvo brillante, que más allá de la justicia de alguno de los trofeos demostró su magisterio. Es bueno para la Fiesta la rivalidad. Y que Pablo se reivindique en Madrid le da ánimos al navarro y un toque de atención a Ventura. Seguro que hay más ocasiones de verlos en diferentes plazas.
Hoy acudía con especial interés a la plaza a ver la novillada de La Quinta, que tan buenas tardes nos ha hecho pasar años anteriores. Pero no ha podido ser. Han devuelto dos por inválidos (el segundo, tal vez, sin la suficiente paciencia) y el resto no han destacado ni por su fuerza, ni por su bravura, ni por su codicia,... Los sobreros, de el Jaral de la Mira, han tenido desigual comportamiento: el cuarto bis no era malo y hubiera permitido a Daniel Martín hacer un toreo más ajustado que el que desplegó; y el último de la tarde, aunque pasaba, tenía poca fuerza y cabeceaba, haciendo muy molesta la labor de Delgado.
Los novilleros han estado dignos, en diferentes grados, pero sin acabar de demostrar la raza necesaria para mandar en esto.
Daniel Martín, alemán de nacimiento y salmantino de adopción, ha hecho en su primero una faena seria a un toro complicado, que se quedaba corto y le buscaba. Cerró su actuación con unos pases muy toreros y recetó una gran estocada después de un pinchazo. Pero en el sobrero que salió en sustitución del cuarto ha estado menos acertado. El novillo iba y él le ha dado pases, muchos pases, con ambas manos. Pero no ha acabado de romper porque le ha faltado sitio, temple y hondura. La gente se ha aburrido en una faena larga a la que le ha faltado intensidad.
Esperábamos mucho del mejicano Mario Aguilar. Y la verdad es que decisión ha tenido. Le ha volteado el primero de la tarde al entrar al quite del novillo de Martín y le ha cogido de forma muy fea el quinto, aunque ha seguido toreando y no ha ido a la enfermería al acabar su actuación. En el segundo ha empezado con buenos pases por bajo la faena de muleta y luego ha instrumentado alguna buena serie con la derecha, trazando bien los pases, pero sin transmitir intensidad a los tendidos. Con la izquierda el toro era mucho más complicado y la faena ha perdido más interés aún. El quinto era un toro peligroso, al que el novillero no acababa de coger el sitio y que, como decimos, le ha corneado (o, al menos, golpeado) de muy mala forma. Después de este revolcón se ha limitado a machetearlo por la cara y matarlo.
Y la sorpresa de la tarde ha venido de un novillero de Sevilla forjado en la Escuela Taurina de Écija: Miguel Ángel Delgado. En el quinto de la tarde, un novillo con clase, pero de muy poca fuerza ha realizado una faena preciosista, con pases inmensos con ambas manos. Un temple y una hondura extraordinarias. Torear así de bien es casi imposible incluso de salón. Hacerlo delante de un novillo al que templar, en Madrid y con 19 años recién cumplidos es un milagro. Lástima el desastroso uso de la espada, dando innumerables pinchazos al toro, que le hizo ganarse dos avisos y perder una oreja que hubiera cortado a ley. A pesar de todo, la mayoría de la plaza le ovacionó y tuvo que salir a saludar. Con el último, un novillo más complicado, demostró también esa clase, aunque de un modo más intermitente por la condición de su oponente. Y volvió a estar mal con la espada. Que alguien se lo explique, por favor, a Miguel Ángel: que lo de la espada es técnica, sólo técnica, y que lo más difícil él ya lo tiene, una clase excepcional. Habrá que seguirle a ver cómo evoluciona...
En fin, una tarde extraña, a contraestilo de lo que uno espera en una novillada, pero con el descubrimiento de un novillero que puede ser importante en esto.
... Y, además:
1.- Mañana vuelve Perera a Las Ventas con El Juli, El Cid y los toros de Núñez del Cuvillo. Material hay para que disfrutemos.
2.- La tarde del miércoles se ha revalorizado después de la gran faena que, al parecer, Serafín Marín ha hecho en la Plaza de Barcelona. También Abellán tendrá algo que decir y El Payo necesita el triunfo y tiene agallas para buscarlo.
3.- Después de unos días de incertidumbre parece que El Fundi evoluciona para bien. Nos alegramos de que sea así. Es un profesional de una honestidad impresionante y, como lo demuestra todo lo que ha hecho por Adrián Gómez, un gran tipo. La única pena es que probablemente no pueda estar a final de mes con los Victorinos, pero lo importante es que se recupere completamente. ¡Ánimo, maestro!
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1 comentario:
Y lo m´as importante, el mi´ercoles, y todavia no s´e por que´, voy yo.
A Delgado lo llevo viendo en Ecija y Sevilla desde antes de que debutara con caballos. Tiene mucho estilo.
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