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jueves, 14 de mayo de 2009

Madrid (14 de mayo de 2009) - ¡Esa Puerta!

Las dos noticias de esta tarde, por orden de importancia, son estas: 1) al banderillero Rafael Cuesta el cuarto de la tarde le ha metido 25 cm de pitón en el muslo cuando iba a colocarlo en el caballo; la herida es sólo en los músculos, aunque el destrozo no es pequeño y 2) Castella ha salido en hombros hacia la calle de Alcalá por la modalidad de obtener una oreja de cada uno de sus toros.

Dicho lo cual, vayamos a lo que transciende de la pura anécdota (dolorosa o triunfal).

La corrida de toros de Garcigrande ha sido mansa. Algunos se han dejado algo (poco) más que otros. Pero en general han sido toros absolutamente ajenos a los conceptos de casta y de bravura. Y esto es algo dolorosísimo en una ganadería de reses de lidia.

Morante ha tenido un lote infumable con el que ha intentado lo indecible (incluso en el que había herido a su banderillero). Pero no había qué sacar. Su mala suerte esta tarde con los toros ha sido tal que en el tercero (el primero de Talavante) al ir a hacer el quite, ha instrumentado un buen lance y el toro ha parecido perder las manos, derrumbarse,... Luego se ha venido abajo, tal vez porque lo único que le había sucedido es que al verse conducido de aquel modo se ha rendido. Morante ha pedido disculpas a Talavante, ha indicado a los banderilleros de éste que siguieran con la lidia y el toro ha dejado de mostrar los extraños signos de invalidez (o calambre) que evidenció después de aquel lance del de la Puebla.

Talavante ha estado en su versión espesa ("off" que diría José María). Y en ambos toros ha dado pases en un número más o menos abultado, pero sin romperse, sin colocarse en el sitio, sin poder al toro, sin conducir su embestida,... Sin lo que viene siendo torear, vaya. En el sexto, se ha ganado la bronca del respetable, que entendía que lo que estaba haciendo era bastante vulgar y que el toro, sin ser una joya, se prestaba a realizar algún tipo de faena.

Y Castella ha demostrado una gran decisión y ha contando con dos toros que, sin ser fáciles, al menos han pasado. En su primero ha hecho una faena muy seria, comenzando con pases por alto y luego fundamentándola en la mano derecha. La máxima preocupación era que el toro, con tendencia natural a rajarse, metiera bien la cara en algún pase. Y lo ha conseguido a base de pundonor, colocación y hondura. Mató de estocada entera algo caida y cortó una oreja.

En el quinto, el comienzo de la faena de muleta ha sido impresionante. Castella ha citado al toro de lejos por alto. El toro se ha arrancado desde lejos y se dirigía con gran velocidad hacia donde estaba el torero. Éste no se ha movido y, en el último minuto, el toro ha rectificado y se ha dirigido al engaño. A partir de ahí, el público se ha roto con Castella, que ha dado series muy buenas con la mano derecha. Pero resulta que ha matado de una estocada media muy baja. A pesar de lo cual le han dado la oreja y ha salido a hombros. Particularmente he disfrutado viendo torear a Castella, pero en lo que entiendo que debe ser la salida a hombros por la Puerta de Madrid lo de hoy de Castella se me queda justito. Y no porque no haya estado serio y haya toreado bien, sino porque no ha acabado de redondear ninguna de las faenas y la oreja en su segundo se le ha concedido después de una estocada notablemente defectuosa. Que a lo mejor es un exceso de purismo, pero que al fin y al cabo es lo único que puede permitirnos comparar faenas como las actuales con otras más antiguas en ls que también hubo recompensa.

El balance de la tarde ha sido favorable para Castella y Morante y ha supuesto un serio toque de atención para Talavante, cuyo ánimo tiene que ser otro en su próxima comparencia en la feria.

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