"El torero es, generalmente hablando, valiente y esforzado, como buen español. Tiene excelentes cualidades y muchos defectos, como los tiene todo hombre.
Nada es perfecto en lo humano.
Pero si el torero en sus primeros años ha tenido descuidada su educación, por haber quedado huérfano, por carácter díscolo, o por otra causa de la que por lo común impulsan al hombre a seguir un mal camino, reforma notablemente sus inclinaciones, marchando hacia el bien tan luego como llega a ser lidiador de toros.
(...)
Ama con delirio a su familia, y nunca pospone a ésta por amores pasajeros ni conquistas obligadas.Porque dicen por ahí, y no sabemos si es verdad, que a veces suelen verse compelidos a aceptar favores de elevadas damas.Ciertos públicos indicios así lo han hecho sospechar; pero la verdad ¿quién la sabe?"
El Toreo (1.880) . J. Sánchez de Neira
miércoles, 27 de junio de 2007
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