Un toro que no embiste no es un toro bravo. Un toro
que no coge los vuelos por abajo o que no sigue los engaños hasta el final no
es un buen toro. Bienvenida sea la variedad de encastes si de ella resultan más
toros bravos y mejores toros. Si no embisten, no cogen los vuelos por abajo y no
siguen los engaños hasta el final no aportan lo que la Fiesta necesita.
viernes, 28 de diciembre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Su proposition es un despropósito. Habría que mandar la ganadería entera de Miura al matadero... Pero cuantas ferias de Sevilla se salvaron el ultimo día con los de Miura ... Y cuantas hermosas faenas por grandes toreros a santacolomas con embestidas a media altura.
Publicar un comentario