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martes, 24 de junio de 2008

Adrián Gómez

Cuando uno lee noticias como la de la cogida de Adrián Gómez se le encoge el ánimo y la afición flaquea.

Adrián acompañaba habitualmente a el Fundi como tercero, pero en el festejo celebrado ayer en Torrejón de Ardoz (Madrid) iba en la cuadrilla del novillero Miguel Luque. Uno de los novillos le prendió y al caer al suelo se golpeó la cabeza con tan mala fortuna que ha sufrido una lesión probablemente irreparable (triple fractura cervical y médula diseccionada). Aunque continúan los análisis y las operaciones es más que probable que quede tetrapléjico.

Acostumbramos a glosar el triunfo, a criticar el comportamiento de los toros o la predisposición y el conocimiento de los toreros… Nos atrevemos incluso a insistir en la necesidad de una mayor exposición. Y alabamos a quienes, como JT el pasado día 15 en Madrid, se juegan la vida de forma transparente.

Pero, ¿qué sucede cuando el riesgo se convierte en tragedia? ¿Puede tener sentido exponer la vida de este modo?

Este, y no otro, es el único debate ético de la tauromaquia. Porque la vida y la integridad de un hombre, de cada hombre, es única. Sagrada.

Mis mejores deseos para Adrián. A quien no conozco, ni recuerdo su nombre en los programas de mano,… Quien de otro modo tal vez nunca hubiera aparecido en este blog. Pero cuyo recuerdo me ha causado el dolor más grande de todos los que han comparecido desde el inicio de nuestra andadura.

Esperemos que la realidad mejore los pronósticos. Y que reciba toda la ayuda posible de sus compañeros. Si los aficionados podemos hacer algo, que me vayan apuntando en la lista.

miércoles, 18 de junio de 2008

Gracias 10.000

Resulta ciertamente asombroso comprobar que, en poco más de un año, este espacio de dos aficionados, sin más difusión que el boca a boca, haya recibido más de 10.000 visitas.

Como sabéis, empezó para que un par de amigos pudiéramos compartir lo que veíamos en Las Ventas y La Maestranza. Pero poco a poco ha servido también para que reflejáramos cómo vemos la tauromaquia y, a través de ella, la vida y el arte.

Gracias a todos los que nos acompañáis en esta aventura. Ver el contador aumentar poco a poco supone una motivación añadida.

Y gracias, también, por mi parte, a José María. Por aportar la base tecnológica del invento, por regalarnos sus creaciones, porque gran parte de éstas hayan confluido en el arte de los toros, porque de este modo hayamos aumentado nuestra afición y la hayamos compartido más tardes,...

(PD: Los comentarios son siempre bienvenidos. En esta entrada, si nos dejáis vuestras impresiones, serán especialmente agradecidas)

lunes, 16 de junio de 2008

Tolstoi y José Tomás


En su CONFESIÓN, (que el lector puede encontrar en una reciente traducción de la Editorial Acantilado), Tolstoi repasa los motivos que lo llevaron al ateísmo primero de su juventud y después a una crisis de angustia a los 50 años que lo puso al borde del suicidio; y cómo salio de ésta y regreso a la Ortodoxia para finalmente llegar a la pureza evangélica sin ataduras clericales en su vejez.

En este monumento del estudio de la condición personal, por el maestro que fue capaz de pintar todas las pasiones humanas (Guerra y Paz, Ana Karenina, Sonata Kreutzer...), muchos pueden encontrar un interesante autoanálisis que viene al caso por la gesta trágica protagonizada por JT.

Según Tolstoi, más pronto que tarde las personas de cierta formación alcanzan la conciencia de que la vida es un absurdo, que se mire por donde se mire carece de sentido vivir y que lo procedente es quitarse de en medio.

Ante esta actitud, y tras revisar las posiciones de Sócrates o Buda, llega a la conclusión de que la única forma de vivir es negar la vida y existen 4 posturas adoptables:

1. Vivir en la ignorancia. Como el niño o el joven. Pero, claro, cuando se ha sabido, no se puede ignorar que se sabe que “esto” –la vida- es un absurdo.

2. Entregarse, esta es la más habitual, al hedonismo y postergar el momento en que la muerte cumpla su voluntad, pero en definitiva da igual qué placeres se busquen porque, también más pronto que tarde, concluye el espectáculo.

3. Suicidarse, que en principio parece la actitud más honrada de quien descubre el absurdo y se va, sin más contemplaciones.

4. Vivir angustiado, con la permanente idea del suicido o rodando entre las posturas 1 a 3, sin conclusiones.

La postura 4 fue la de Tolstoi hasta que se percata del error de su razonamiento (tras revisar las ciencias experimentales y sociales) y comprender que ha contrapuesto lo finito a lo finito excluyendo lo irracional de su análisis.

Así se da cuenta de que la razón conduce a la negación de la vida, cuando es de la vida que procede la razón.

A partir de ahí camina hacia lo irracional, lo ininteligible, asumiendo que el "pueblo sencillo" -que son la mayor parte de los hombres- no realiza estas exégesis y vive hacia lo infinito.

¿Cómo? Sólo por la fe, esto es, sólo la fe da vida. Entendiéndose como tal no una adscripción a algo litúrgico (como era la mayoría entonces y ahora, aunque no lo parezca) sino la opción que excluye las otras cuatro, la que no se puede pensar.

JT ha dicho que vivir sin torear no es vivir plenamente.

¿En qué postulado, tras la trágica imagen de desangrado épico del domingo, se encuentra JT?

Curiosamente aunque la inmediata respuesta parezca la 3 o aún la 4 o la 2 (¿no estaba leyendo "Ahora vas entender de vinos"), posiblemente esté en el camino de Tolstoi.

JT aunque no pase por la capilla, tiene una fe extraña -que desde luego no es la mía-, pero que no sé qué es y que subyuga. En la plaza se produce la “religio”, y si el no tiene la fe de lo irracional, al menos la despierta.

Ante la extraña ética de atropellar la razón, discúlpenme estas digresiones.

Pero es que se me hace muy difícil entender y sufrir la imagen que copio del EL PAÍS…

domingo, 15 de junio de 2008

Madrid (15 de junio de 2008) - La otra cara

Hoy ha tocado la otra cara de José Tomás. La del valor y el orgullo torero. La de quien no se deja ganar la pelea. La de quien asume que si ha generado expectación (y la de hoy era única) hay que responder en el ruedo a carta cabal.

Hoy no hemos visto series largas y templadas, quites vistosos y remates profundos. Hoy hemos visto a un tipo jugarse la vida sin aspavientos ante dos oponentes que no tenían casi nada que torear.

Muchos han pasado miedo, mushhhho miedo. Y probablemente era la primera vez en su vida que lo pasaban en una plaza de toros, lo cual resulta bastante inverosímil. José Tomás hoy ha demostrado que si hubiera diez o quince toreros que entendieran la tauromaquia de un modo parecido, los toreros no dejarían de acaparar las portadas de los diarios de aquí y del mundo entero. ¡Esto sí es de verdad! Y no porque lo que hacen otros no lo sea, sino porque de este modo, el ritual de la vida y la muerte está siempre presente. Y el riesgo aparece seal cual fuere el toro que sale por chiqueros.

De esta forma no se pueden torear ochenta o cien corridas. Pero probablemente si se redujera de forma bárbara el número de festejos para darle prestancia a cada uno de ellos, se podría captar mejor el sentido profundo del rito. Uno (espectador, torero o ganadero) no puede ir a la plaza sin que lo que suceda en el ruedo le remueva de forma profunda la conciencia. Y si lo hace, es que está ciego, se ha vuelto insensible o lo que está observando es pura pantomima.

Los toros de hoy han sido malos de solemnidad. Malos los de El Puerto (los tres primeros), los de Toros de Cortés (segunda marca de Victoriano del Río) que se han lidiado en cuatro y sexto lugar y el de El Torero (quinto bis, que salió en sustitución del devuelto de El Puerto). Insufrible baile de corrales que impide apreciar hechuras, comparar comportamientos, valorar en qué medida responden a su encaste,...

Con este material, el Fundi y Juan Bautista han hecho lo que se acostumbra en tardes así. Ponerse, intentarlo, justificarse y sacar poco en claro.

Lo mejor de el Fundi, el recibo de capa a sus dos toros, el soberbio quite por chicuelinas al primero de Bautista y el trasteo de muleta a su primero, al que ha aguantado bastante para conseguir sacarle un par de tandas buenas con la derecha. Faena pundonorosa y técnica, pero con transmisión justa a los tendidos, que ha rematado con estocada después de dos pinchazos. En su segundo, recorrió todos los terrenos de la plaza sin pocar sacar nada brillante en claro. Especialmente llamativo resultó el intento de quite al sexto, que le salió tremendamente embarullado, impropio de un torero con su experiencia.

Y Juan Bautista, salvo algún destello con la capa, no ha dejado casi ningún momento para el recuerdo, Tarde sosa, a juego con los toros que le han tocado en suerte.

Con parecidos toros (o peores), José Tomás ha cortado tres orejas. Y no ha salido por la Puerta Grande, sino por la de la enfermería. Y lo ha hecho a base de ponerse en un sitio imposible y de tener claro (y evidenciarlo a la concurrencia) que si el torero se empeña, el toro pasa.

Su primero fue un manso insufrible al que fue imposible torear de capa, pese a la insistencia del de Galapagar. Con la muleta, empezó rodilla en tierra marcando al toro un recorrido largo, pero el de el Puerto se fue a tablas junto a chiqueros y el torero fue allí a hacer su faena. Una faena pegado a tablas, sin sitio apenas para que pasara el toro, pero donde a base de insistir, era inevitable que el toro fuera y que pasara rozando a la vez con las tablas y con el torero. Consiguió templar algún pase, pero sobre todo consiguió emocionar y vencer al toro. Poderle. Dominarle con técnica y el arte que era posible... Después de pinchazo y estocada cortó una oreja que paseó por el anillo antes de ir a la enfermería completamente manchado por la sangre del toro a que le atendieran de múltiples contusiones (un par de volteretas que afortunadamente no le calaron incluidas).

En el quinto bis tampoco hubo suerte con la capa, pero sí pudimos ver dos magníficos puyazos y un extraordinario tercio de banderillas. Empezó con pases por bajo y sacó un par de series buenas con la derecha, con algún pase sensacional, lentísimo y arrastrado. Un trincherazo sublime. (Y la necesidad de aguantar a los listos de siempre diciendo dónde se tiene que colocar el torero. Tiene una guasa...). Al intentarlo con la izquierda, los pases salieron menos limpios y el toro se lo echó a los lomos, zarandeándole sin piedad. Se nota que sale dolorido. Aún así insiste con la derecha y saca algunas series más con una tranquilidad pasmosa. Las manoletinas del final fueron impresionantes de ejecución y ajuste. Y la estoca arriba, siendo nuevamente volteado. Recogió las dos orejas y atravesó el ruedo directo a la enfermería con varias cornadas. Sin mirarse. Como prueba de lo que acababa de pasar. Pero sin voceros ni pregones más allá de los veinticuatro mil espectadores que en pie le ovacionábamos y gritábamos "¡torero, torero, torero!"

viernes, 13 de junio de 2008

Madrid (8 de junio de 2008) - De capa caida

Después de cuatro tardes de toros extraordinarias (Morante, Cayetano, José Tomás, Perera y Diego Ventura) la que cerraba el ciclo dejó un sabor agridulce. Tarde inhóspita, ventosa, fría,... Impropia de un domingo de junio.

Y ni toros ni toreros dieron el juego apetecido, a excepción de la faena de Tejela al sexto bis.

Uceda Leal mató de dos estocadas magníficas a sus dos oponentes. Pero poco más. Su primero era flojo, pero él tampoco acertó con las distancias, el cite y el temple... Con el cuarto no había posibilidades y lo macheteó en cuanto vio que se iba también al suelo y que no tenía mucho que hacer con él.

Abellán no estuvo muy fino. Con el segundo bis se mostró dispuesto. Lo lanceó bien con el capote y con la muleta comenzó la faena citándole desde el centro del ruedo, pero luego, entre el viento y una cierta falta de técnica no hubo acople. El quinto bis manseó mucho de salida y con el caballo, y Abellán estuvo desconfiado, sin sitio.

Tejela, por su parte, tuvo poco que hacer en su primero, flojo y sin clase. En el último, un toro complicado, estuvo muy firme después de brindar al público. Antes, habíamos pasado miedo, mucho miedo, cuando había enganchado de muy mala forma al banderillo Carlos Ávila. Afortunadamente todo se quedó en un susto. El animal se defendía, pero Tejela, a base de temple, de aguantarle y de técnica, consiguió sacarle algunas tandas muy buenas y, sobre todo, de mucho mérito. Lo mató de una estocada entera desprendida y hubo abundante petición, pero no se le dio la oreja. No hubiera sido ningún exceso después de la tarde que llevábamos.

miércoles, 11 de junio de 2008

Cuando hay que echar agua a las muletas

...donde la Plaza de Madrid dice "botijo", la Plaza de Sevilla dice "búcaro".

(pero ¡ay de las plazas donde dicen "piporro"!)

Duelo de Titanes

Mi compadre Lorenzo y yo hemos decidido abandonar nuestros respectivos trabajos y hacer de corresponsales incesantes de José Tomás (Madrid) y Morante de la Puebla (Sevilla).

Para eso necesitamos su ayuda económica y moral.

Con el escalafón ardiendo y estos dos gigantes en la cumbre, nuesta misión es dar cuenta, Norte y Sur del toreo, de lo que sucede en cada feria con ambos artistas.

El duelo se trasladaría a las reseñas y si Lorenzo defiende a capa y a espada a JT, yo haría lo propio a muleta y estoque con el marismeño.

A la manera del verano sangriento, pero con dos variantes, en lugar de ser Hemingway el que cubriese la rivalidad de Ordoñez y Dominguín, aquí habría dos escritores para empezar mejores que Don Ernesto (si han visto las portadas de "Aplausos" o los anuncios de "Burladero" nos podemos permitir algún autombobo taurino) y lo segundo, en ferias diferentes cada uno y con doble reseña.

Cada torero con su partidario, al estilo antiguo.

El duelo en la cumbre se dilucidaría el 10 de Agosto en el Puerto de Santamaría, en el mano a mano entre Morante y JT, en ningún sitio pone que no puedan triunfar dos toreros, pero eso entre escritores es imposible, por lo que tras la tarde de gloria presumible yo retaría a duelo a Don Lorenzo.

A duelos y quebrantos del mejor marisco.

Nos va a salir por un pico, para donaciones escribir a jose.jurado@ono.com

martes, 10 de junio de 2008

AUDACES FORTUNA IUVAT


Pensando el otro día en los motivos de por qué a los toreros en racha les valen todos los toros y les salen los mejores lotes (Perera), y pensando en por qué asume ciertos riesgos JT o por qué al Cid siempre lo encumbran los victorinos, y pensando en por qué a veces los novilleros no vienen "en novillero" y cuál es la raíz del fracaso y cómo la suerte esta de parte siempre de los triunfadores, se me vino a la cabeza este viejo adagio latino.

LA FORTUNA AYUDA A LOS AUDACES.

Y no es otra la razón de la gloria.

La fotografía es de Morante, a Portagayola en la Maestranza: a este toro le cortó las 2 orejas tras realizar una faena cumbre.

Como el año pasado en la Beneficiencia, el genio camina en el abismo de la osadía.

lunes, 9 de junio de 2008

Madrid (7 de junio de 2008) - Reiteración

Diego Ventura reitera salidas por la Puerta Grande de Las Ventas como quien saluda al quiosquero de la acera cada vez que sale del portal. Tiene un perfecto acople con el público y con sus caballos y es capaz de triunfar casi con cualquier toro. En su primero (el tercero de la tarde) estuvo sensacional, muy torero, dando muletazos con la grupa, saliendo con vueltas brillantes de los encuentros y clavando en su sitio. No fue sólo doma y monta, sino toreo a caballo. Incluyendo, en la parte más frívola, los mordiscos que lanza "Morante". Dos orejas ganadas de verdad después de una faena muy completa.

Al sexto, un toro manso que saltó varias veces al callejón, lo recibió en el centro del ruedo con intención de quebrar allí mismo, pero falló por dos veces por la imprevisibilidad de la acometida del animal. Consiguió luego encelarlo y templarlo, dando un par de vueltas al ruedo con el toro en la grupa. Los quiebros andando hacia atrás y el que dio aguantando a dos metros del toro, excepcionales. Mató algo peor y entre eso y el complejo comienzo de la faena, se quedó el premio en una oreja.

Tarde muy completa de quien ha puesto muy cara la temporada a Pablo Hermoso.

Andy Cartagena no brilló al mismo nivel que en su anterior comparecencia. En parte, tal vez, por el comportamiento de los toros, pero también porque hubo menor emoción en su toreo. Cortó una oreja en el cuarto, aunque la base de su lidia estuvo en la monta, en la actuación sin el toro.

Y Sergio Galán se llevó también una oreja del segundo, aunque se le notó un tanto inseguro y frío, con muchas pasadas en falso. En el quinto estuvo mejor, con algunos quiebros brillantes y buen toreo a dos pistas. Pero falló con el rejón de muerte. De haber matado, tal vez hubiera cortado otra oreja y hubiera conseguido la Puerta Grande por una tarde que no tuvo nada que ver con la del Ventura.

Pero así es como se escribe la historia. Mal que les pese a los intelectuales del igualitarismo...

domingo, 8 de junio de 2008

Madrid (6 de junio de 2008) - Del post-tomasismo y otras lindezas

El día primero después de JT, la plaza deseaba seguir disfrutando del toreo y sentía que aquel cartel podía darle razones para ello.

El día primero después de JT todos los periódicos de tirada nacional abrían con una foto en su portada del maestro de Galapagar. Y algunos contaban su intrahistoria. En "El Mundo", por ejemplo, explicaban que se había alojado en El Palace (cuando uno tiene previsto dar una tarde así puede alojarse donde le dé la gana) y que, al volver a vestirse, iba leyendo "Por fin vas a saber de vinos", de Andrés Sánchez Magro.

Andrés, antes de ser buen amigo, fue profesor en la universidad. Y hemos seguido uniendo momentos vitales y pasiones taurinas, enológicas, gastronómicas y artísticas. Es magistrado, profesor, crítico literario, comentarista de placeres culinarios y vitales en TV y conferenciante y escritor de temas taurinos. Y hoy mismo escribía un par de páginas en "La Razón" glosando al mito y explicando cómo el triunfo al día siguiente de Perera y Talavante era una prolongación del triunfo de José Tomás.

En todo caso, el festejo del día seis, junto con el del cinco y el cuatro de junio demuestran una evidencia a la que algunos mequetrefes políticos, empresariales y peñistas (que no aficionados) quieren resistirse. Usted elige buenos toros (que viene a significar una buena ganadería y unas hechuras adecuadas a su encaste) y combina tres toreros en sazón, y tiene altas probabilidades de que los aficionados (y usted, si además de empresario también lo es) disfruten del toreo. Y, por el contrario, si usted elige ganaderías que no han echado un toro bueno en los últimos años, o toros fuera del tipo de los que embisten en una ganadería o pone a toreros que no han dicho nada interesante en ninguna plaza en los últimos n años, lo más probable es que los aficionados se aburran y usted, eso sí, se forre a su costa.

Por ir a lo concreto, el Cid no tuvo esta tarde el mejor lote ni estuvo especialmente inspirado. A su primero, un toro que levantaba la cara y le buscaba por momentos, le dio muchos pases sin historia y algún natural de mejor factura. Lo más llamativo es que mató bien y a la primera.

Al cuarto le dio muchos lances con la capa, aunque realmente brillantes sólo un par de ellos. Luego, con la muleta, le enjaretó series buenas con ambas manos, destacando el temple y, sobre todo, la ligazón. Pero una ligazón que con sólo dos o tres pases y el de pecho dejan poco margen a que la emoción se desborde. Tras un amago de arrimón y de circular, pincho en el primer intento y despachó a su oponente con una estocada entera haciendo guardia.

Perera, por su parte, triunfó. Y lo hizo demostrando cómo se está en torero y cómo se torea. Eso fue en el quinto. En el segundo, un toro más parado, comenzó la faena ligando estatuarios (me da que después de lo del 5J lo vamos a ver alguna tarde más) y yéndose al centro del ruedo a tratar de torearle en redondo con ambas manos. Quede constancia de que lo intentó y de que, como diría el clásico, no hubo más.

En el quinto, sin embargo, dio un recital de toreo. Primero, en el ceñidísimo quite por gaoneras y, con la muleta, desde los dos pases cambiados en el centro del ruedo hasta la estocada. En medio, series inmensas con la derecha de temple, mano baja y ligazón. Tremendamente seguro, técnico y artista frente a un toro que, como el del día 15 de El Cid, algunis protestaron (con profetas como esos nos quedamos sin ver una sola faena en Madrid en muchos años). Al natural, da sitio al toro, cita de lejos y lo trae toreado. Impresionante cómo en una serie por la derecha, se cambia la muleta por la espalda y lo liga con un natural inmenso y lentísimo. El toro trata de huir al sentirse vencido pero el torero demuestra una vez más pundonor y ganas con dos buenas series. El final, con bernardinas ajustadas, ajustadísimas, hiper-ajustadas, ligadas con un pase de pecho, acaba por rendir a la afición. Y después de una buena estocada se le conceden dos orejas a ley.

Talavante, por su parte, cortó una una oreja a su primero en una faena que también empezó por estatuarios (esta vez en el centro del ruedo) ligado con pases por bajo y de pecho. Al natural sacó series templadas y ligada de gran calidad. También con la derecha, mandando mucho en la embestida. El cambio de mano por la espalda para ligar con un natural, sencillamente excepcional. Después de varias manoletinas, estocada casi entera y descabello cortó una oreja.

Con ese premio y después de que Perera cortara dos orejas en quinto, todos pensábamos que Talavante saldría a por todas en el último de la tarde. Y parece que lo hizo cuando brindó al público su actuación. Pero luego, al citarle desde el centro del ruedo, empezó a ligarle series sin especial hondura, bajando aún más la intensidad al natural. El toro no transmite demasiado, pero tampoco él da el paso que requiere el valor para parar, templar y mandar. Para rematar la historia, tres pinchazos antes de una estocada hasta la bola.

En definitiva, Talavante parece que está tratando de recuperarse del mal inicio de la temporada (aunque no acaba de despuntar) y Perera ha reiterado su excelente momento de forma.

Y todo esto en Madrid. ¡Vaya delicia!

sábado, 7 de junio de 2008

LA APOTEOSIS DE JOSÉ TOMÁS

Como ya avisé, la semana anterior a la apoteosis había quedado un algo decepcionado por la atropellada e insensata faena que JT pretendió hacer a su segundo antagonista en la feria de Córdoba, (aunque la primera tuvo ráfagas de precioso toreo, sin ligazón, porque el toro no lo permitía, pero saltando en flashes la belleza y por tanto con 2 orejas más que merecidas).



Hemos sabido luego, además, que esos atropellones insensatos del toro lo dejaron sin fuerza ni sensibilidad en los brazos, razón por la que hubo de llamar a su hermano fisioterapeuta y hacer una acelerada y muy meritoria recuperación.

¿Qué hubieran dicho si no llega?

Tras revivir en Tendido Cero y en todos los portales las faenas, con el recuerdo reciente de las dos grandes tardes de Madrid y el runrun taurino internacional, me apunto ¡cómo no hacerlo! de nuevo al carro en que me monté el 17 de Junio de 2007 y les doy este poema, con la esperanza de que les guste.


El original, con foto recuerdo de Barcelona, en http://www.jmjurado.org/

Estos triunfos, junto con los cercanos de Cayetano y Morante y Perera son lo mejor que nos ha podido pasar a los aficionados en mucho tiempo.


Vamos como si España hubiera ganado el mundial, pero en trascendente.


A ver si TVE toma nota y retransmite (es buena época: pan y circo) o sigue con las sempiternas y absurdas concesiones a un progresismo Alaskado, que además no es tal.


Y ahora el poema en prosa








Has abierto las puertas de la Muerte toreando en el vértice del miedo. Y detrás de las puertas había luz, la deslumbrante luz de la pureza. Entrabas y salías de la muerte como el buzo entra y sale del abismo, sumergido en campanas de silencio, en solares silencios espectrales donde el aire vacío se completa con el lance y el trance tan reunidos que suspenden la razón y la despeñan al borde mismo del espanto. Nos hemos vuelto locos: las ménades se arrancan los vestidos y se arañan los rostros suplicantes, los guerreros golpean los escudos y el toro es un enigma reventado, una fuerza bestial hipnotizada por la suave quietud de los telares. Gira y gira la plaza como un astro, vibrante catedral de una liturgia cósmica que a la danza del héroe se ha rendido, funesta y primitiva.


viernes, 6 de junio de 2008

Madrid (5 de junio de 2008) - Del toreo, la sugestión y la liturgia

JT ha callado con su reaparición en Las Ventas muchas bocas. A partir de ahora, quien quiera que siga criticando que sólo torea al toro terciado, que no tiene un toreo de mando, que sólo se pega arrimones, que siempre le enganchan,…

Pues no señores. Lo de ayer, en sus dos toros, fue una demostración completa de toreo grande, fundamental. ¿Que en su primero la segunda oreja fue excesiva? Tal vez. Sobre todo, si comparamos con lo que luego sucedió en el segundo. Porque a ver cuáles son entonces los trofeos. Pero lo cierto es que desde que se abrió de capa en el quite por gaoneras al segundo de la tarde (el primero de Javier Conde) hasta la estocada al quinto, todo lo que hizo demostró torería, personalidad, pureza y entrega. Una liturgia especial. Un modo único de andar en la plaza. ¿Sugestión colectiva? Sin duda. Pero refrendado por el saber hacer de un torero que, nos guste o no, es distinto a los demás. En todo.

No perdonó ni un quite, recibió directamente con el capote a sus dos toros sin que lo hubiera tocado antes ningún subalterno y sin dejarles siquiera que llegaran primero al burladero del nueve y de allí al del 7 y luego al del dos… como es costumbre. Toreó variado de capote: gaoneras en el quite al segundo, verónicas de recibo al tercero, chicuelinas en el quite a ese toro,… Lo mejor, las largas, templadas y lentísimas verónicas del quite al quinto.

Con la muleta, en el tercero, comenzó con un par de pases de tanteo en el tercio y se llevó inmediatamente al toro al centro del ruedo para empezar a torear de forma poderosa, ajustada, con verdad y sin fingimientos. Faena imperfecta, con algunos enganchones y altibajos, irremediables con un toro que tiene un punto violento y que no repite con facilidad. Pero el toro va entrando en la muleta a base de técnica, temple, toreo siempre por abajo, muleta en el hocico. Dos tandas de derechazos y otras dos de naturales soberbias, con un toreo de mano baja, lento, muletazos largísimos, rematando siempre atrás. Toreo ligado y adornos insuperables (trincherillas, cambio de mano, pase de la firma, de pecho,…).

La estocada fue casi una inmolación. El único momento de sinrazón de toda la tarde, porque se echó encima del toro y no salió de la suerte, sino que se topó con la testuz del toro. Una cosa, sin duda, en querer matar al toro arriba a toda costa y otra es atropellar la razón. En el volapié al toro hay que perderle la cara un segundo para dejarle irse (el toro) y salir de la suerte (el torero). No se puede (o no se debe, al menos) dar uno cabezazos contra el toro, que además de pitones tiene más fuerza.

Y lo del quinto con la muleta fue, sencillamente, sublime. Algunos profetas del pesimismo auguraron que después del “regalito” de la segunda oreja en el tercero, al quinto no iba a querer ni verlo. Y fue exactamente todo lo contrario. La faena a este toro ha sido probablemente la más completa que ha hecho en esta plaza y la mejor desde su reaparación. Nada que ver este toreo con el de su primera salida a hombros en aquella tarde magistral de hace nueve o diez años. Ahora, su toreo es mucho más pausado, austero, importante. No da ni un pase sin sentido. Trata de buscar la esencia en cada cosa que hace.

El comienzo de faena ha sido impresionante: cuatro estatuarios sin moverse del sitio, con un toro al que se había picado poco y se venía de largo con fuerza demostrando un poderío único. El cambio de mano con el que cerró, también de tono mayor.

Luego, las series de toreo en redondo a este quinto fueron inmensas. Por el número de pases de cada una (siete, ocho, nueve,…), algo único. Por cómo no perdía hondura en ninguno de ellos a pesar de los parones. Por el tremendo poder con el que llevaba al toro (llegó a templar una serie largísima de derechazos templados y por bajo a pesar de que hacía viento y no dejó de moverle la muleta en toda la tanda, algo así como si templara y mandara sólo con el estaquillador). Ligar siete u ocho naturales bajando la mano, con poder y arte, temple y gracia y sin que le toque ni una sola vez no es sólo buen toreo. Es una forma distinta de hablar con las musas y de convocarlas para que ericen los vellos del sentimiento de veinticuatro mil almas. Esta es la sugestión de JT. ¡Bendita sugestión!

La estocada, casi perfecta. Entera y ligerísimamente caida, pero perfectamente ejecutada al encuentro y de mucho mérito, porque tuvo sólo ese defecto a pesar de que el toro se le vino pronto.

De las tardes que hemos visto a José Tomás desde el pasado 17 de junio de 2007 (Barcelona, Algeciras, Ávila, El Puerto de Santa María, Barcelona y Madrid) la de hoy ha sido sin duda la más importante. Y por las referencias que tenemos de las que no hemos estado, también parece que esta ha superado a todas las anteriores. Hoy no ha habido arrimones ni manoletinas (que tampoco hubieran sobrado). Sólo toreo fundamental, que es todo el toreo hecho con verdad, poder, arte, hondura y sentimiento.

Daniel Luque confirmó alternativa en una faena en la que demostró más disposición que técnica. Lo intentó por ambos pitones, pero sólo sacó algún pase aislado de calidad. En el sexto, un toro muy parado, tiró de pundonor y se metió entre los pitones, sacando los pases de uno en uno. Un arrimón para justificarse. Pero es que es realmente difícil justificar casi nada después de la faena al quinto…

Y Javier Conde como era previsible. En su primero, nada o casi nada. Y en el cuarto, trató de hacer ver que estaba haciendo algo, pero sólo él sentía que aquello tenía algún sentido. El toro iba y tenía calidad, pero había que apostar, ponerse, aguantar un poquito… Vamos, lo que viene siendo torear.

Tarde, en fin, de un torero. De una forma de entender la tauromaquia fuera de todas las convenciones. Lo de hoy de JT no es una forma de ganarse de la vida, es un modo de darle sentido a la suya y a la de quienes vamos a verle. Esto es el arte y la liturgia. El toreo.

Y la sugestión. De toda una plaza. De toda una vida.

(PD prosaica. Ahora que nos explique el empresario por cuántos duros de más o de menos no quería traerlo. Hay que ser ruines…)

jueves, 5 de junio de 2008

Madrid (4 de junio de 2008) - De arte y sentimiento

Después de la genial faena al cuarto de la tarde, Morante seguía con ganas de torear. Y en su turno de quites al último de la tarde le enjaretó unas chicuelinas de mano baja sensacionales. El público, entonces, ya estaba con él y la plaza vibró como sólo lo sabe hacer Las Ventas con el toreo de arte y sentimiento. Como era su toro, como confirmaba alternativa y como tiene un pundonor torero a prueba de bombas (¡Este quiere ser torero!, gritaban en los tendidos), Cayetano citó al toro con el capote a una mano, ejecutó un lance único llevándose las telas a la espalda y ligando con una gaonera. El toro le desarmó. Pero el público estaba ya sobrepasado por lo que acababa de ver. Si aquel quite lo termina, la plaza hubiera rugido como sólo la he escuchado diez o doce veces en los veinte años que llevo viniendo. Obviamente, Cayetano volvió a la cara del toro, quitó bien por gaoneras y se llevó una gran ovación. Pero el sabor torero, la emoción y la genialidad fueron los de aquellos dos lances.

Cayetano ha estado esta tarde soberbio. En el de su confirmación se la notado seguro, tranquilo, reposado,… Ha dado sitio al toro y ha comenzado la faena muy bien, con pases de adorno con enjundia y un cambio de mano sublime. Ha mostrado cómo el toro venía y le ha enganchado bien en las primeras series, bajando luego la intensidad de la faena, sobre todo al natural (con uno, no obstante, de cartel de feria de primera). El toro tenía bondad pero era algo violento. Y ha quedado la duda de si con algo más de técnica se le podría haber exprimido más. No lo sé. Pero no recuerdo muchas confirmaciones de alternativas con toreros que demuestren tal seguridad.

En el sexto, un magnífico sobrero de Victoriano del Río (a ver si la corrida de mañana se parece a este), después del recital de quites ha toreado mucho y bien con la muleta. Nuevamente el comienzo de faena ha tenido mucha estética y un nuevo cambio de manos para enmarcar. Después de una serie de tono menor, ligó una de derechazos con gusto torero y mucho temple. Al cambiarse la muleta de mano para dar el pase de pecho, cayó al suelo el engaño y, sin inmutarse, se agachó, la recogió y ligó el de pecho sin más probaturas y sin dejar pensar al animal. Nuevas series en redondo y una magnífica estocada después de pinchar al entrar a matar dudando si hacerlo en la suerte de recibir o al volapié.

La plaza le ha acogido con cariño. El que correspondía por su entrega torera y su saber hacer.

Manzanares ha demostrado estar en un momento sensacional de forma. Y ha lidiado a sus dos toros de forma excepcional. Pero ha tenido mala suerte con el lote y le han correspondido los dos con menos fuerza y transmisión. Se le ha notado con sitio, técnica, arte y gracia. Pero no ha podido cuajar faena a pesar de esa disposición por la condición de sus enemigos.

Y Morante ha dado en el cuarto una auténtica lección de cómo se torea con el capote.

Al segundo de la tarde no quiso verlo y el público le abroncó. Pero cuando vio el recibo a la verónica al cuarto los mismos que le había acusado de tramposo y trincón le aclamaban como redentor del toreo de capa. Esos gritones son una representación demoscópica perfecta de esta sociedad mediocre en la que hay que pasar desapercibido, pero cumplir de forma automática y sin muchas preguntas miles de procedimientos. No se admiten los genios. Los que hacen las cosas de forma magistral cuando les sale y no se preocupan ni siquiera de hacerlas mal cuando no les apetece. Pero estos son los que dan sentido a la vida y al arte. Los que no son intercambiables… como lo son la mayoría.

El de la Puebla, con el cuarto, ha realizado una lidia completa. Con verónicas profundas (una y media, para no dejar de verlas nunca), un galleo por chicuelinas de mano baja que aunaba sabor antiguo y técnica moderna, nuevo quite… Sólo en este toro hemos visto más verónica que en todo San Isidro. La faena de muleta ha ido de más a menos, como no podía ser de otra manera con un toro al que se le había obligado tanto en los primeros tercios y al que toreó en el tercio (tal vez para tratar de evitar la incertidumbre del viento). Comienzo magistral con ayudados por alto y pases de adorno, seguido por un toreo hondo, apasionado y vibrante. Luego, las series algo más convencionales, pero siempre con detalles y prestancia toreros. Remata con nuevos ayudados por alto y pase de pecho y deja un estocada perfecta en todo lo alto.

En fin, que hemos visto torear, hemos vibrado, sentido la emoción y la espera. Hemos dudado a veces los derroteros que seguiría una tarde que nunca ha perdido su interés. Y hemos salido ilusionados, pletóricos, llenos de cosas de comentar. Gran tarde para los aficionados y para los taberneros, que han visto cómo la gente acudía de forma masiva y se quedaba más tiempo. Hoy no había que olvidar lo que había pasado. Había que revivirlo. Y para eso hace falta mucho más tiempo.

miércoles, 4 de junio de 2008

Madrid (3 de junio de 2008) - Breve

Lo más destacado de la tarde de hoy es que fue breve. A eso de las nueve menos diez ya había caido el sexto de la tarde y el personal estaba volviendo a sus casas (los menos) y abarrotando el resto las tabernas cercanas.

Es cierto que hubo también otras cosas: muchos mosquitos, más calor que los demás días, menos atención de camareros en los tendidos, mayor alegría en los nuevos bares instalados en las terrazas de dentro de la plaza, menos fotos de la exposición del ABC (o se han roto, o ha habido quien ha encontrado el modo fácil de decorar la habitación de los niños),...

Y algo de toreo también. Pero sin abusar. De forma discreta, para evitar las críticas de la ostentación.

El ambiente se había empezado a caldear desde por la mañana. Habían rechazado la mitad de la corrida anunciada de Garcigrande y se había remendado con tres toros de Peñajara. En los foros habituales, ya había quien había incitado a la rebelión contra los toros de la gandería titular por falta de trapío. Y como en los peores augurios, la realidad sobrepasó lo previsible. Los toros de Garcigrande (1º a 3º), no muy aparatosos, eran, además, muy flojos. En concreto, el segundo y el tercero, terriblemente inválidos.

Ante esto, surjen dos preguntas evidentes: ¿tiene sentido que se rechacen por trapío los toros en la plaza; no deberían verlos antes los veterinarios y la autoridad en el campo y decidir allí si tienen o no presencia para Madrid? Pero, además, cuando un torero ve un toro manifiestamente imposible como el segundo, ¿por qué empeñarse en hacerle una lidia que haga que se mantenga en pie en vez de evidenciar su manifiesta invalidez para tratar de forzar que se cambie?

Volvemos, pues, a las absurdar reflexiones de hace más de diez años y que creíamos olvidadas...

Los de Peñajara eran más escurridos de carnes, pero más aparatosos de pitones. Lo que habitualmente se conoce como el efecto por el cual una cuerna inmensa tapa escasas hechuras. Teníamos esperanza en su comportamiento, pero tampoco fueron un desachado de virtudes (el quinto, especialmente violento).

Pero, a pesar de todo, no fue una tarde para irnos de vacío.

Aparicio toreó muy bien a su primero al natural, en el centro del ruedo, en dos series magistrales con algunos pases de excepción. Pero a partir de ahí decidió que no había que seguir insistiendo y mató de pinchazo y estocada.

En el cuarto, lanceó a la verónica de forma sublime, con una verónica y una media de auténtico empaque. Pero en la faena de muleta no consiguió acoplarse y nos quedamos con la sensación de que algo más se le podría haber sacado. Eso sí, Aparicio nos hizo emocionarnos cuando, nada más empezar en el tercio esta faena al cuarto, se lanzó corriendo al centro del ruedo para citar desde allí. Exactamente igual a lo que sucedió en el 94. Pero ni el toro era igual, ni los espectadores estaban igual de predispuestos, ni Aparicio está en el mismo nivel de forma. La faena no siguió los mismos derroteros, pero para los que estuvimos entonces, esto ha sido un recuerdo ilusionante.

El Juli ha pechado con el peor lote, a pesar de los cual ha estado técnico y serio toda la tarde. Poco más. Por desgracia.

Y Castella ha vuelto, en el sexto, a emocionar al público y conseguir callar a todos para fijarse en lo que estaba haciendo (nada fácil, tal y como iba la tarde). El comienzo con los pases cambiados en el centro del ruedo nos ha recordado al Castella de sus mejores momentos la temporada pasada y algunas de las series que ha dado con ambas manos reafirman la valía de este torero. Aún así, la faena no ha sido compacta, ha tenido momentos irregulares que demuestran que este año las cosas no están tan rodadas y que hay que insistir en la concentración y en la técnica.

En resumen, una tarde que, sin ser llamativa, ha dejado muchos detalles para el aficionado.

martes, 3 de junio de 2008

Primer Aviso

Les debo a ustedes, a saber,

-La crónica de las dos últimas novilladas en Sevilla, donde estuvieron muy bien Salvador Barberán -al que repiten este domingo- y mi paisano político, el ecijano Miguel Ángel Delgado.

-La crónica de lo que aconteció en Córdoba con JT.

-Y sobre todo la tarde de Morante y Madrid bajo la lluvia que me ha traído un tan mal catarrro que con un inesperado incremento de asuntos laborales han mermado mis fuerzas redactoras.

Mañana voy a la Beneficiencia, no iba desde el 98 ¡Y la cosa promete con Morante!

Pero lo del aviso viene a cuento de lo de JT en Córdoba:

los riesgos asumidos en su segundo toro fueron una sinrazón excesiva en la que la condición racional del torero se perdía y ganaba al final la pugna, -sin cornada, pero con tres revolcones-, el animal, la bestia pura. En el primero estuvo magnífico, pero esta sinrazón impuesta a una res con más sin razón sólo puede devenir en debacle.

No vimos así a JT en Barcelona (tampoco salió un toro imposible)

Córdoba es plaza de primera y salieron toráncanos en punta de 580 Kg y más, pero Madrid, primer aviso Madrid:


me preocupa la autoexigencia de JT, no es necesario el sacrificio, para quienes arguyen que el espectáculo de este torero se basa en la muerte, nada más sensato que recordar las palabras de Malraux:

La muerte solo tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida




Les dejo con la reseña que ha hecho el poeta y crítico Santos Domínguez sobre dos recientes entregas taurómacas, una es una sorpresa, y otra es sobre el último libro acerca del monstruo de Galapagar:


http://santosdominguez.blogspot.com/2008/06/de-feria-en-feria-con-jos-toms.html

http://santosdominguez.blogspot.com/2008/05/tratado-de-armona.html


Queda dicho "el que quiera verlo que aligere" Primer aviso.

lunes, 2 de junio de 2008

Resumiendo San Isidro

El San Isidro de este año ha tenido un éxito artístico muy limitado, acorde con los carteles tan poco atractivos que había programado la empresa.

Cuando se hizo el nuevo Pliego, la CAM, consciente de la longitud del ciclo y del aburrimiento que muchos de los festejos causaban en el aficionado, obligó a reducir su extensión para que los sufridos abonados "sólo" estuvieran obligados a ir a los toros durante tres semanas y media seguidas. Se comentó que de aquel modo habría más carteles interesantes y, además, podría mejorarse el resto de la temporada.

Pero se dejó abierto el camino de la Feria del Aniversario, de forma que la empresa podía mantener el mismo número de festejos, pero concentrando los interesantes fuera del abono, de forma que fuera voluntaria su adquisición y obligatoria la de los carteles de menos fuste.

El resultado queda a la vista. Ha habido, como casi siempre, algún torero modesto que ha dado una llamada de atención, sin llegar a ser tan contundente como para abrir la puerta grande (Morenito de Aranda, Diego Urdiales y Joselillo). Las figuras han estado muy solventes en general (Juli, Cid y Perera, sobre todo, con Ponce muy serio antes dos toros imposibles). Algunas de las jóvenes promesas del año pasado han defraudado o, al menos, no han acabado de romper como los aficionados hubiéramos esperado (Juan Bautista, por ejemplo). Se ha visto una faena de arte (Morante) y otras de buen toreo más convencional (o, al menos, todo lo convencional que puede ser el buen toreo): el Cid dos tardes, Talavante la última, Diego Urdiales y Joselillo. Hay quien se mantiene como esperanza, pero sin despegar (Uceda Leal, Curro Díaz,...), otros que van entrando tan poco a poco que les llega en plena madurez (Fundi) y otros que parecen imprescindible pese a refrendar reiteradamente que no están en sazón (Tejela, Abellán, Manolo Sánchez, Capea,...)

Entre las ganaderían han defraudado las que no deberían haberlo hecho. Muy probablemente por su enormidad y aparatosidad. Mientras se sigan seleccionando los toros para Madrid por el peso y el tamaño de las defensas es muy complicado que venga lo mejor de cada camada, que se selecciona por los apuntes del ganadero y por el tipo ajustado a la ganadería. En todo caso, ha habido toros a los que se les podría haber sacado más.

Y entre los novilleros, El Payo ha sido una muy interesante revelación y junto a Rubén Pinar y Tendero ha dado buenos momentos. Pepe Moral, que tanto nos gustó el año pasado, no ha refrendado las expectativas.

Pero, para mí, lo más llamativo de esta feria ha sido el público. Definitivamente, no hay prácticamente abonados que vengan todas las tardes, como sucedía hace no tantos años. La mayoría de los abonos de los aficionados los retiene el titular para poder disfrutar varios días y los demás los revende o los cede a amistades y compromisos varios. Los otros abonos (los innumerables de los reventas) son cada vez más difíciles de colocar en bloque y hay tardes de no hay billetes con abundantes claros en los tendidos, gradas y andanadas. El final del boom inmobiliario, además, ha reducido las empresas que se hacían con abonos para acompañar a clientes (hoy inexistentes) y bancos (con los que la relación ya no es tan fluida).

Seria advertencia a la empresa. El porcentaje de abonados de Madrid no puede sustentarse con tal rotación de asistentes y sólo porque ello da derecho a comprar las del Aniversario. Llegará el día en que habrá papel para casi todas las corridas (en las taquillas o en los "puntos de venta habituales") y los abonados que sólo quieren ir seis o siete tardes dejarán de convidar a la familia y a los amigos, que desertarán de la Plaza si no hay quien les recuerde que tienen un par de entradas para ellos. De momento resulta rentable porque los precios son asequibles y no es tan grave dejar de ir alguna tarde. Pero esto no se mantiene a largo plazo.

Habría que ser más imaginativo (la empresa) y menos codiciosa (la Comunidad) para que esto pudiera organizarse de una forma más sensata.

Probablemente sólo lo veamos cuando sea irremediable.