Bravo por quien decidiera la suspensión, porque la integridad de los toreros corría peligro cierto -el albero sobremojado es arcilla de patinaje. (Dije esta mañana)
Pues fue el Presidente y ha sido cesado fulminantemente, dicen que no gestionó bien los tiempos de negociación, a mí -insisto- me parece que hizo bien y no parece que la Presidencia pueda tener intereses crematísticos, más propios de la Empresa...
¿Quién cesa a la Empresa por no gestionar los tiempos de aplazamiento?
Cabezas de turco, pronto sabremos.
viernes, 11 de abril de 2008
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