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viernes, 17 de abril de 2009

Novillos a escala 1,5


Novillos-toros de Cuadri para
Pepe Moral,
Miguel Ángel Delgado
Miguel Ángel Tendero


La ganadería de Cuadri salió por su propio pie -es un decir, porque sus toros son moles inamovibles- de los carteles de Sevilla tras los fracasos de los dos últimos años, aún así les han ofrecido (¿por qué?) la novillada inaugural de la feria.

La corrida entera fue rechazada en el reconocimiento por exceso de peso (bravo por los veterinarios) aunque no me ha dejado de resultar sospechoso que todos los novillotes que se han lidiado rozasen tan al filo los 500Kg (499, 495, etc.)

Eso no sale ni en algunas plazas de primera.

Los toros estaban muy hechos, con mucho cuajo y eran muy bellos de estampa y desafiantes en la salida, pero exigían toreros de más trayectoria, matadores preparados y no estos chavales que, por muy cercana que tengan la alternativa, aún no deberían afrontar una experiencia tan dura que, además, les incapacita para el lucimiento.

Los tres han estado muy por debajo de los toros, de los que primero, segundo y quinto han tenido mucha movilidad lo que obliga a cuestionarse la naturalidad de que una res ponga –en un año- 100 Kg más ¿o de más?

La embestida no ha sido clara, pero sí toreable si se hubiera templado, sin dejarse tocar los engaños. Tanto Pepe Moral de los Palacios como Miguel Ángel Delgado de Écija han podido dejar detalles de su clase, especialmente el toreo al natural de Pepe Moral -que dio una vuelta al ruedo en el primero- y algún detalle muy pinturero del ecijano. El lote del albaceteño Miguel Ángel Tendero ha sido el peor, aunque con el último sacó algún pase estimable y hubo un quite donde estuvo muy bien.

Y es que, una vez que el toro se sale del guión, y la embestida no es limpia, es normal que la faena pensada desde casa ya no valga y se hagan un lío. Esto le ha pasado, sobre todo, a Miguel Ángel Delgado que, en el quinto, se ha enrabietado contra su propia impotencia sin mucho sentido.

Vamos, como el resto del escalafón de matadores, pero con la ilusión más herida.

Desde otra perspectiva hay que tener en cuenta que con estos carteles se cortan rápidamente las falsas ilusiones o florecen los genios absolutos.

Aún así creo que la única novillada de la feria, premio siempre de una trayectoria y preludio de una alternativa, merecía una ganadería más cómoda y adecuada al toreo estético que se espera de estos toreros.

Y no estos novillos pasados por el zoom.

El año que viene novillada de Miura.

1 comentario:

L.C. dijo...

Ya se sabe, José María, que los gitanos no quieren buenos principios. Y allí ya leváis "lo" del Domingo y esto. Unas cuantas más de estilo parecido y remonta el jueves en el mano a mano. Los dos a hombros con el ganadero.