Toros de Peñajara
Antonio Barrera
Luis Bautista
Luis Bolívar
Cuando uno ha pensado titular como finalmente ha titulado -BBBB- es que muy mal iban las cosas.
Y es que, asfixiado por el sol y el aburrimiento, caía en la cuenta de que vamos siguiendo el orden alfabético: Barrera, Bautista, Bolívar, con toros que, aunque son de Peñajara, pastan en Badajoz y tienen procedencia de Baltasar Ibán (también con B). Ayer vino la A-aguilar y mañana sigue el C-id. (Este año en Madrid lo van a saber muy bien, anda que no van a aprender nombres que no están ni en el Cossío de la novillería...)
Y mucho de Ibán tenían los toros, con los cuernos que parecían los palos de un barco, o la misma luna, pero cada punta en un barrio, una punta en el Arenal, la otra en Triana.
¡Qué arboladura la del primero!
Hoy -dejemos el vino bueno -con v y con b- para el final- los detalles han estado en todos los tercios menos en el de muerte. Los caballos de la Plaza han estado muy toreros en los cites, con anhelo de rejoneo, y ha habido pares soberbios, debido a la envergadura de las ramas del balcón que daban a la suerte mucha mérito. Pasar por ahí debe de ser difícilisimo incluso con el toro disecado.
Fue muy dramático el primer par en el que el de plata se tuvo que agarrar al cuchillo que iba a descerrejarlo. En esos cuernos pasaba un arco voltaico. Otra vez el capote del ángel de los toreros.
Pero en el capote también hemos visto muchos detalles, la alegría selvática de Bolívar en las ceñidas gaoneras y la extrema elegancia de Juan Bautista a la verónica, que es una pena que no haya tenido más suerte con los toros.
Barrera lo mejor que ha hecho fue matar a su primero y sobrevivir a la corrida, por encima de los animales, que no es poco visto lo que ha salido.
Bautista le hizo al segundo una extraña llave de Judo, porque en un pase por bajo lo hizo girar sobre su cuello, lo que valió por, al menos, dos puyazos más. Cualquiera que no conozca las reglas de la fiesta hubiera tenido la sensación de que es una suerte más del toreo. Quedó muy quebrantado el animal y ya todo fue humo. Aún así ha habido detalles, pinceladas, de un toreo angelical muy puro. El año pasado no pudo ser por la lluvia, a ver cómo se le da la temporada y ojalá que vuelva.
Y al final Simón -que no Luis- Bolívar, porque nos independizó del aburrimiento absoluto en donde el sol nos ponía. Ya en su primero mostró maneras muy dominadoras, echándose al toro por bajo, sometiéndolo, como debe hacerse con estos toracos, macheteando al toro con estilo, como no ha hecho ninguno otro matador en esta fase torista.
Sin embargo lo del segundo ha sido magnífico, de momento la primera oreja de peso, no sólo por el peso del descomunal toro, que era de una belleza absoluta con una capa que tenía todos los matices del café y la leche, sino por la aparente sosería del animal que adolecía del mismo defecto que sus hermanos, la distracción y la embestida a oleadas broncas.
Han sido cuatro serires, pero Bolívar ha aguntado muy firme el arreón primero del toro y ligado muletazos si no muy plásticos sí muy limpios, de trazo largo y puro, con algún cambio de mano espléndido y un final por bajo de mucho sabor. Y lo ha rematado por todo lo alto de un espadazo.
Las condiciones del toro no han permitido más, pero que más queremos si estábamos al BBBBorde del aBBBBismo y hemos podido gritar hasta cuatro veces ¡Bien!¡Bien!¡Bien!¡Bien!
Al vuelo: ¿pasará, no pasará? ¡Ay si pasa! ¡Casi nunca pasa, pero...! ¿Y si pasa? Mañana puede cambiar nuesta vida taurina, como aquella tarde de Joselito en su goyesca, la de Curro en la de la Cruz Roja, la reaparición de JT... ¡Ay si pasa! Los corazones van a mil por hora, mañana hay que ir bien dormido, comido y descansado, mañana empieza la feria, mañana es el Everest. Lo próximo que salga por los toriles será un toro de Victorino, y por la puerta de cuadrillas pasarán el Cid y Morante. Mano a Mano. ¿Y si salen los dos por la puerta que mira al río?
miércoles, 22 de abril de 2009
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