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domingo, 13 de junio de 2010

Conclusiones de San Isidro (I) - Un enfoque radicalmente nuevo (y cultural)

Después del mes seguido de toros en Madrid la Fiesta continúa, sigue en su devenir por las plazas de España. Se sucederán triunfos y decepciones y todo continuará como si no hubiera pasado nada. Pero sí pasa. Que en todo el ciclo sólo un matador de toros (Juan Bautista) haya salido por la Puerta Grande, que ninguno de los de a pie haya cortado dos orejas en un solo toro es un rotundo fracaso.

Pero siendo eso grave, lo es más que la Feria no haya significado nada, absolutamente nada, para reordenar el escalafón y que no haya impulsado un ápice la afición ni la reivindicación de su carácter cultural (si se me apura ha sucedido todo lo contrario).

La Comunidad de Madrid, propietaria del coso, está tramitando la declaración de la Fiesta como Bien de Interés Cultural. Sin embargo, gestiona la plaza más importante del mundo con criterios que nadie utilizaría para potenciar y defender una manifestación de la cultura.

Finalizada la Feria, por tanto, cabe plantearse si es posible hacer algo para que esto cambie. Yo creo que sí. Periódicos, revistas especializadas, portales de internet y blogs han ido realizando estos días sus propias propuestas. Algunos, abogan por seguir con una Feria similar, seleccionando mejor los toros y exigiendo más a las figuras. Sin embargo, yo soy de los que opino que el modelo actual de San Isidro está acabado. O, al menos, que continuar por la misma senda sólo asegurará (por más o menos tiempo, eso está por ver) mucho dinero, pero nada que favorezca el espectáculo. Coincido plenamente con Paco Aguado cuando reclama "Un cambio urgente para Madrid" (un San Isidro reducido subiendo algo los precios, volver al abono de primavera, reforzar carteles como la Beneficencia,...).

Mi propuesta va algo más allá. Trato de explicarla a continuación de forma resumida (aunque algo extensa quedará a la fuerza) y ya iremos desgranando en entradas sucesivas otras cuestiones relativas al coso, al sistema de gestión, a los toros, toreros, abonos, etc.

1.- La Feria de San Isidro tiene que reducirse a, como máximo, dos semanas de toros. Todos su carteles tienen que estar perfectamente rematados (en toros y toreros) y ser de verdadero interés para el aficionado. Creo que, siendo así, no debería ser un problema incrementar los precios de las localidades teniendo en cuenta que en Madrid se puede ir a los toros desde 4'50 euros.

2.- Paralelamente a la Feria de San Isidro tienen que desarrollarse toda una serie de actividades culturales y artísticas que conviertan a Madrid, en esos días, en el centro absoluto del toreo. Y que consigan que en Madrid, en esos días, se hable de toros en los medios, entre los aficionados y entre los que no lo son, como un acontecimiento único.

Me refiero a cosas como algo similar al "Pregón Taurino" de Sevilla o de tantas otras ciudades, un pregón para el que estoy seguro que podría contarse con excelentes conferenciantes, artistas y aficionados de primer nivel en todo el mundo. A exposiciones artísticas de verdadero fuste, a conciertos, a conferencias de intelectuales aficionados (que los hay, y muchos), a la posible celebración de un Congreso Taurino anual (el que se ha programado en Sevilla coincidiendo con la Feria de San Miguel es un ejemplo magnífico), a representaciones teatrales, a ciclos de cine, a recitales poéticos, a entregas de premios en lo que debería ser una Gala Anual de la Tauromaquia que premiara a los de luces, pero también a ganaderos, a empresarios, a quien escribe de toros, a quien pinta sobre toros, a quien organiza exposiciones sobre toros,... Todo estructurado, con una agenda única y posibilidad de participación y asistencia de los aficionados.

Me refiero también a que en la Plaza y en torno a la plaza se monten instalaciones provisionales en torno a otras vertientes de lo taurino. Como la gastronomía, los libros, los vídeos, los recuerdos, la moda,... Algo que haga que la Plaza sea, durante diez o doce días, una auténtica referencia. Y que, en la medida de lo posible, los lugares cercanos (tiendas, bares,...) y otros más lejanos pero tradicionalmente taurinos (especialmente hoteles y restaurantes) hagan que en Madrid se respire Tauromaquia. Como sucede en Nimes durante su Feria. Pero más y mejor, como corresponde a Las Ventas.

3.- El resto de la temporada, Madrid debería celebrar festejos los domingos, pero también podría celebrar seis o siete mini-ferias, de jueves a domingo (para facilitar la asistencia de los aficionados). Una, la de la Comunidad (de novilleros), otra la de Otoño (resumen de la temporada) y las otras podrían celebrarse entre junio y septiembre. A mi juicio, estas ferias deberían ser "temáticas", de forma que dieran una cierta coherencia para los aficionados. Una, por ejemplo, podría girar en torno al toro, incluyendo festejos con tres encastes poco habituales y una corrida concurso. Otra, de toreros-artistas. Otra de jóvenes promesas (en la que el ganador se incluyera, por ejemplo, en la Feria de Otoño, o en el siguiente San Isidro). Otra de toreros latinoamericanos (que daría una justa oportunidad a jóvenes mejicanos, colombianos,... y atraería a la plaza a inmigrantes aficionados, que los hay y muy buenos). Estas u otras que la imaginación sugiriera.

Este esquema inicialmente supondría perder económicamente ingresos, pero también podría exigirse al aficionado para renovar el abono de San Isidro que adquiriera dos o tres de estos abonos. Esto tendría dos efectos beneficiosos. Por un lado, el indicado de aumentar los ingresos. Pero, por otro, se permitiría el accesos de aficionados no abonados a carteles de cierto interés (que tendrían que serlo si se hace con cierto criterio).

Sé que esto exige un esfuerzo y una imaginación mucho mayor que la supone organizar treinta días de toros con un abono cautivo. Y que el resultado económico neto, en el corto plazo, sería negativo para la Comunidad de Madrid. Pero creo que es el enfoque (no el único, pero sí uno de los posibles) para poner en valor el toreo.

Si realmente la Comunidad cree que la Tauromaquia es una actividad cultural tiene que demostrarlo con hechos. Y, desde luego, seguir con un San Isidro como el de este año, no es el camino.

(Obviamente hay que hacer más cosas, pero las iremos desgranando poco a poco)

6 comentarios:

José María JURADO dijo...

Es imprescindible, que la CAM tome nota.

Carlos Cueto dijo...

Querido amigo Lorenzo: no me gusta verte clamar en el desierto. Movilízate para hacer llegar tus propuestas a la CAM con el aval de una buena piña representativa de aficionados, empresarios, o sea del mundo de la tauromaquia, que es más que cultura, porque es una forma de entender la vida y también de vivirla y disfrutarla,. con dignidad y sin complejos. El Mundo del Toro se merece el protagonismo de toda una marca o seña de identidad de Madrid y de España... El resto realmente son complejos de quienes son ignorante o simplemente reniegan de ello

L.C. dijo...

Carlos, un placer encontrarte por aquí.

Sabes que los liberales somos poco de movilizarnos, más aún si de lo que se trata es de hacerlo con otros. Individualistas que somos los aficionados, como individual es el riesgo y el arte de quien se enfrenta a la muerte y crea la emoción desde la hondura.

Carlos Cueto dijo...

Querido amigo mío; aparte de gran aficionado y experto en tauromaquia, eres una gran conocedor del pensamiento kantiano. Así que te recuerdo la crítica kantiana: "No man is an island".

Juan Medina dijo...

Razonada e inteligente propuesta en lo económico, artístico y cultural. Una extraordinaria forma de dignificar + rentabilizar un abono, dos conceptos que parecen antagónicos en los planteamientos empresariales taurinos.

Algunos han obtenido una enorme rentabilidad a corto plazo del negocio taurino con unas propuestas obsoletas (publicidad, organización...), basadas en los intercambios de favores e influencias.

Manifestaciones culturales con mucha menos audiencia real que los toros tienen un reflejo en la sociedad española más amplio y, llamésmole, contemporáneo. ¿Tan difícil es ofrecer la autenticidad y singularidad del rito taurino frente a la banalidad mil veces repetida de un partido de fútbol?

Madrid sería la plaza idónea para aplicar las acertadas propuestas que plantean en la entrada, por su capacidad de amplificación en los medios.

Felicidades por el blog y un saludo muy cordial.

L.C. dijo...

Muchas gracias por el comentario y enhorabuena también por tu blog.