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viernes, 9 de abril de 2010

El pregón de Francis Wolff

Mientras José María principia la Feria de Abril de este año, de la que estoy seguro nos dará cuenta con una estética muy peculiar de la que ya hemos tenido un apunte el pasado Domingo, quiero dejar reseñado, siquiera brevemente, el pregón taurino que Francis Wolff dio el Domingo de Resurrección en el Lope de Vega, de Sevilla.

Sevilla es una ciudad de pregones. El principal, de la Semana Santa, es todo un acontecimiento social. Y quien es nombrado pregonero ocupa durante toda la cuaresma un lugar prominente en las noticias locales (visitas del alcalde y del arzobispo a su casa, incluidas). El siguiente pregón en importancia es, probablemente, el Pregón Taurino que organiza la Real Maestranza cada Domingo de Resurrección por la mañana coincidiendo con el inicio de la temporada taurina. Por el escenario del Lope de Vega han pasado personajes como Vargas Llosa, Fernando Savater o Carlos Herrera. Este año la corporación maestrante ha elegido a Francis Wolff, probablemente el aficionado que con más tino ha señalado la dirección de cómo debe ser la defensa de la Fiesta en el siglo XXI. Una defensa pasional y lógica a la vez. Una defensa desde la razón, pero también desde un conocimiento profundo de la Fiesta y desde un entronque con el conjunto de la cultura, que sólo puede hacer alguien de la talla de este filósofo francés.

El pregón del Domingo fue sencillamente magistral. Tuve la suerte de seguirlo en directo por la televisión municipal sevillana (Giralda TV) y reconozco que, desde aquellos lejanos tiempos de La Clave, ha sido una de las pocas veces en las que he disfrutado viendo una televisión que sentía me estaba haciendo más sabio, me permitía entender mejor el mundo, era didáctica y entretenida a la vez.

El Pregón de Wolff se ajustó perfectamente a los cánones de un pregón-al-sevillano-modo y tuvo una intensidad y un ritmo envidiables. Desde el comienzo, contando cómo para él Sevilla era, antes de conocerla, una ciudad mítica que conformaba el escenario de múltiples óperas que tantas veces había escuchado, hasta el repaso a tardes gloriosas en el coso del Baratillo. El núcleo del pregón estuvo compuesto por un repaso a los cuatro autores o escuelas fundamentales de la filosofía clásica griega (Platón, Aristóteles, los estoicos y los epicúreos), de cada una de las cuales dio una explicación precisa, breve y amena a la vez, que enseguida engarzaba con virtudes que encarna el toreo, y varios ejemplos que lo ilustraban a la perfección. Finalizó llamando a proclamar sin complejos nuestra afición a la fiesta, convocándonos a llevar a gente a la plaza, a mostrar la grandeza de nuestra afición y recordando a varios toreros, entre los cuales destacaba Curro Romero, presente en el teatro y con cuya invocación cerró su proclama el filósofo francés.

Este Pregón debería ponerse al menos una vez al mes en cada escuela de tauromaquia. Junto con el vídeo de los capotazos de Morante el día 21 de mayo del 2009 en Madrid, junto con la tarde de Joselito aquel 2 de mayo de 1996, junto con muestras del toreo de Ordoñez, de Paula, de Curro, de Antoñete,... La intervención de Wolff es tan fundamental para los futuros toreros como lo es aprender la técnica del cite y la variedad en el toreo. Y lo es también para los aficionados. Para que puedan aprender y desgustar las entrañas de la afición.

Pero el Pregón ha pasado casi de puntillas. Ninguna reseña o una breve mención en los portales, un suelto en las revistas taurinas de esta semana, un par de apuntes en alguna de las secciones taurinas de algún diario,... ¡Así nos va! No sé si es que quienes tienen que dar cuenta de noticias como esta, el domingo a esa hora están de compadreo con un par de ganaderos y cuarto y mitad de algún empresario, o es que, sencillamente, no han conseguido entender el Pregón porque exigía haber leido alguna vez cosas distintas del Mortadelo y Filemón. Pero no es de recibo que hayan pasado de puntillas por el acontecimiento o lo hayan ignorado de forma consciente o imprudente.

Celebraciones como la del Pregón del Lope de Vega son las que, con las grandes faenas, con los toros importantes, engrandecen la Fiesta. Y en un momento como el actual es esencial reivindicar e incrementar todo el patrimonio cultural asociado a la tauromaquia.

Gracias desde aquí a La Maestranza por la elección del pregonero y por seguir apostando por este acto cultural. Y a Francis Wolff por el buen rato que nos hizo pasar escuchándole el pasado domingo.

2 comentarios:

José Manuel Gómez Fernández dijo...

Magnífica entrada, Lorenzo, para un pregón que tuve la oportunidad de disfrutar en directo en el teatro. Hay que reivindicar voces como la de este excepcional hombre de pensamiento. Un saludo.

José María JURADO dijo...

En los diarios de papel de Sevilla sí que hubo larga mención.

Gracias por recordárnoslo.