Los toros de Partido de Resina (antes pabloromero o los "toros guapos", según cada cual) eran unos tíos. Y los tres toreros que se pusieron frente a ellos (José Calvo, Fernando Cruz y Álvaro Ortega) también.
Lo que sucede es que reconociéndose el mérito de todos ellos (José calvo toreó lesionado, Fernando Cruz apenas torea y Álvaro Ortega confirmaba una alternativa que tomó hace cuatro años, habiendo toreado sólo tres corridas de toros en el 2009) el asunto no acabó de cuajar.
Hubo toros toreables (la tarde dio razones para la esperanza en la recuperación de esta ganadería) y hubo pasajes de toreo con interés, algún pase con cierta clase y gusto. Pero supo a poco, se notaba que había muchas más ganas que oficio y que si hubiera toreros con la técnica mejor asimilada dispuestos a ponerse con toros así podríamos ver una tarde mucho más completa.
Uno reconoce el valor de los toreros, su ilusión, sus ganas, sus detalles, incluso su estilo en algún momento. Pero espera un punto más. Sobre todo en Las Ventas.
jueves, 29 de abril de 2010
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