"Has abierto las puertas de la Muerte toreando en el vértice del miedo. Y detrás de las puertas había luz, la deslumbrante luz de la pureza. Entrabas y salías de la muerte como el buzo entra y sale del abismo, sumergido en campanas de silencio, en solares silencios espectrales donde el aire vacío se completa con el lance y el trance tan reunidos que suspenden la razón y la despeñan al borde mismo del espanto."
De Plaza de Toros, Anejos de Siltolá.
Poco más puedo decir mientras el "héroe" lucha.
Qué profesión más dura.
Son héroes, los últimos.
domingo, 25 de abril de 2010
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