Conseguir que un pueblo como Brihuega congregue cada año, a comienzos del mes de abril, a miles de personas de todo el centro de España para disfrutar de una corrida de toros es algo que se encuentra entre lo milagroso y lo inédito, algo que demuestra la capacidad de atracción que sigue teniendo la Fiesta si las cosas se hacen bien. Cómo puede llenarse un pueblo, sus calles, sus comercios, sus restaurantes,…
Sin embargo, tomen nota los organizadores que el próximo año, Dios no lo quiera, pueden encontrarse con huecos en la piedra. Y es que no es de recibo que desde más de una hora antes estuvieran cortados los accesos en coche al pueblo y la única manera de acceder fuera a pie por una infernal cuesta de piedra (en un recorrido de más de veinte minutos a paso ligero) o en uno de los dos mini-bus que se habían puesto a disposición del público y para los cuales había que hacer colas de más de media hora con incertidumbre fundada de si podría llegarse al comienzo del festejo o no.
Alguien debe empezar a plantearse que si quiere darse a lo taurino la dimensión cultural que tiene es imprescindible que al público se le trate tan bien, al menos, como al del teatro, al de la ópera, al de la música clásica,… Y ninguno de esos espectadores aguantaría tener que llegar al recinto del espectáculo en las condiciones en las que lo hicimos los que el domingo nos pasamos por allí.
En lo estrictamente taurino, algo parecido. Los toros fueron muy flojos, descastados y no transmitieron nada, absolutamente nada. Sólo el sexto tuvo algo más de interés, de gracia. Pero no es lo que uno espera de una corrida con tres figuras.
Ponce estuvo en lo que es, un torero inteligente, con mucho oficio y gran sentido estético. Al primero, un toro insípido, le dio series buenas por ambos pitones, pero faltaba poder y hondura, profundidad en la faena, que no era posible con un animal como ese. La faena con el cuarto, a media altura, tuvo algo más de gracia, pero tampoco acabó de romperse (de haberlo hecho, hubiera acabado con el animalito en dos muletazos).
Morante tuvo los destellos más geniales de la tarde. Originalísimo el recibo de capote rodilla en tierra a su primero, al que también le hizo una faena de muleta con pasajes tremendamente originales. Pero se quedó en meros apuntes, el toro no permitía una faena completa. Al quinto lo recibió con unas verónicas sublimes, pero el toro cojeaba y, aunque parecía tener buena condición, fue devuelto por manifiestamente inválido. El remiendo no dio oportunidades y Morante no se dio coba. Abrevió que es lo que hay que hacer en estos casos.
Cayetano demostró su gran sentido estético. Pero también que le falta ajuste, cercanía, hondura. En el primero estuvo muy fuera de sitio toda la faena, aunque la composición de la figura y la gran estocada con la que mató a su oponente lo enmascararon. La faena al sexto, el mejor de la tarde como hemos comentado, fue más redonda, mucho más estética, de series más largas y ejecución muy clásica. Abusó, quizá, del toreo en línea, pero tuvo pasajes buenos. Al entrar a matar ni hizo la cruz y se fue directamente a los pitones, saliendo trompicado.
Una tarde, en fin, que demostró que los tres toreros son grandes figuras, pero que para demostrarlo hay que enfrentarlos a toros con más profundidad, duración y casta. Y un pueblo que debería ser mucho más consciente de que lo que aporta un festejo como este no puede echarse a perder generando incomodidades a los visitantes para acceder al coso.
lunes, 12 de abril de 2010
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3 comentarios:
Hay que bajar el colesterol, que los taurinos lo tenemos por la grada, no te quejes.
¡Dios mío, tienes más afición que el mozo de espadas del Cordobés!
Buenos dias, soy tote de Brihuega. Entiendo que sea una complicacion lo del Bus, pero hemos estudiado muchas veces las soluciones y es muy complicado. Teneis que entender que en Brihuega somos 2.500 habitantes y por la situacion del pueblo es imposible acoplar a diez mil personas que van a Brihuega. De todas maneras seguiremos estudiando las posibilidades. A lo mejor es poner mas cantidad de buses, no lo se. De todas maneras perdonen las molestias y le esperamos al año siguiente y a ver si hemos conseguido mejorar el acceso.
Hola Buenas Tardes, soy Jose Romera, quiza lleves algo de razón y año tras año se va mejorando lgo pero cada ida hay mas coches y menos sitio para aparcar dentro del pueblo y como dice tote por la situacion del pueblo y al estar este en un vale y la plaza de toros al fondo del pueblo es muy dificil de soluccionar. Aun asi se me viene a la cabeza una cosa, cuando voy a las ventas (la primera plaza del mundo) tengo que ir mas de una hora antes, tengo que aparcar a mas de 1km o bien en el parquing de al lado pagando alrededor de 30 - 35 € o bien ir en metro y la conclusion al final es que para ser un madrid tampoco este está tan preparado.
Un saludo.
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