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domingo, 11 de abril de 2010

Ha empezado la feria

Fecha: 11-04-2009.
Toros: José Luis Pereda-La Dehesilla
Espadas:

Salvador Vega
Miguel Ángel Delgado
Miguel Tendero


Tomo prestado el titular de mi compañero de palco. Quiere decir que hemos empezado a aburrirnos tras el deslumbramiento de la Resurrección y la madrugada de la novillería.

Y es que esto, si Morante no lo remedia, es lo que nos espera la próxima quincena al sol.


Para más inri el astro rey lanzaba sus rayos como largos puyazos o banderillas mal puestas, como casi todas las de la tarde, y desangrarse por un exceso de luz, es muy poético, pero muy cansado.

Veníamos con ilusión a la corrida, bien acompañados por el mayoral de una reconocida ganadería extremeña, famosa por su bravura.

El cartel, dentro de lo que es esta primera parte del ciclo, era bastante artístico, claro que al leer en el programa que, por ejemplo, M. A. Delgado apenas toreó cuatro tardes en el 2009, entrevimos en la Puerta del Príncipe el mismo cartel que Dante puso en la puerta del Infierno (por eso del calor): “lasciate ogni speranza voi ch'entrate”.

Los toros, aunque mansos en general, -alguno mugía que parecía que llamaba a su mamá- hubieran podido aprovecharse más. Se movieron y llegaban con fuerza a la muleta. Tercero y quinto fueron muy buenos y cómodos para el toreo.

Salvador Vega es un torero artista y con clase, pero no rompe, ayer en el primero el viento fue una excusa, pero en su segundo ¿qué vio que no vio para brindarlo y desperdiciarlo? Unas buenas verónicas brillaron al sol.

Miguel Tendero, tiene un concepto del toreo más basado en la ligazón y la estética que en el exceso del temple, es un torero a contracorriente de la escuela “damasiana” de Albacete. Hizo una faena preciosista, de cuatro series, las que tenía el toro, en las que destacaron los remates, pases de pecho muy lentos y poderoso trincherazo, con un cierto aire general poncista, lo que se dice, lógicamente, a su favor. Corrió la mano con son por la derecha. Lástima que en lo de la espada tenga que mejorar, y mucho, porque insistió hasta que nos demostró que sabía, pero esa insistencia fueron no menos de seis intentos… Su segundo toro era nervioso y daba tornillazos, una serie aislada demostró que tiene valor, que está dispuesto a luchar por su dura profesión.

Hemos visto a M. A. Delgado desde que empezó en Écija sin caballos, en Sevilla en las novilladas de promoción, también sin caballos, y luego su creciente progreso como novillero. Por eso de que la crisis ha reducido los festejos o esperando una rápida rentabilidad de la novedad de la alternativa, la tomó en Córdoba el año pasado, pero sólo ha toreado, con ésta, cinco corridas. Es una apuesta muy arriesgada que hay que saber valorar. Dejó muchos detalles en el primero, es un torero de gran expresión plástica, pero al que el comportamiento poco noble de los animales desconcierta todavía. Le tocó el mejor de la tarde: el animal se venía de lejos y convenía traerlo toreado, con alegría, desde el horizonte. El animal lo superó y Delgado cayó en el recurso, tan actual, de esconder al toro, de agotar sus embestidas acortando las distancias, de asfixiarlo, en fin. Pero un toro con bravura lo normal es que se acabe arrancando y, en mitad del encimismo, se lo llevó por delante y resultó herido. Siguió la lidia con dignidad y firmeza. Hay que darle más tiempo a M. A. Delgado, porque está con duende, pero sin oficio.

¿Pero de dónde sacaremos todos ese tiempo que se llama dinero?

En fin, que ha empezado la feria, esta tarde, caballos, pero yo libro:los de la Exaltación, la Lanzada o el Cristo de las Tres Caídas, ¡eso sí que son caballos!

1 comentario:

L.C. dijo...

Cuánto más llevaderas, artísticas y felices se hacen las corridas con tus crónicas, José María.

Un abrazo y a disfrutar, que seguro que hay mucho bueno que degustar.