Después de cuatro tardes de toros extraordinarias (Morante, Cayetano, José Tomás, Perera y Diego Ventura) la que cerraba el ciclo dejó un sabor agridulce. Tarde inhóspita, ventosa, fría,... Impropia de un domingo de junio.
Y ni toros ni toreros dieron el juego apetecido, a excepción de la faena de Tejela al sexto bis.
Uceda Leal mató de dos estocadas magníficas a sus dos oponentes. Pero poco más. Su primero era flojo, pero él tampoco acertó con las distancias, el cite y el temple... Con el cuarto no había posibilidades y lo macheteó en cuanto vio que se iba también al suelo y que no tenía mucho que hacer con él.
Abellán no estuvo muy fino. Con el segundo bis se mostró dispuesto. Lo lanceó bien con el capote y con la muleta comenzó la faena citándole desde el centro del ruedo, pero luego, entre el viento y una cierta falta de técnica no hubo acople. El quinto bis manseó mucho de salida y con el caballo, y Abellán estuvo desconfiado, sin sitio.
Tejela, por su parte, tuvo poco que hacer en su primero, flojo y sin clase. En el último, un toro complicado, estuvo muy firme después de brindar al público. Antes, habíamos pasado miedo, mucho miedo, cuando había enganchado de muy mala forma al banderillo Carlos Ávila. Afortunadamente todo se quedó en un susto. El animal se defendía, pero Tejela, a base de temple, de aguantarle y de técnica, consiguió sacarle algunas tandas muy buenas y, sobre todo, de mucho mérito. Lo mató de una estocada entera desprendida y hubo abundante petición, pero no se le dio la oreja. No hubiera sido ningún exceso después de la tarde que llevábamos.
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