¿Y después de haber visto TOREAR a Morante, a Manzanares, a Talavante, a Castella y aun al Cid, qué hago yo con los toros de Cebada Gago y los Palha que se me han quedado en los chiqueros de la crónica diaria por la indolencia de quien se está quedando afónico de emociones?
Detalles: "EL" natural cósmico de Talavante, el cambio de mano TRADE MARK de Manzanares, los naturales eternos del Cid, los estatuarios de Castella con el gesto altivo de un Mariscal de Francia, las verónicas de mármol de Bernini -digo de Morante- al borde del abismo y su faena rota como un retablo barroco.
No somos triunfalistas, ni aficionados nuevos: es LA GRAN TEMPORADA y su razón de ser está en la competencia.
Poco a poco, las crónicas. Ahora: a seguir soñando.
JOSÉ MARÍA JURADO
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