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lunes, 23 de mayo de 2011

Madrid (22 de mayo de 2011) - ¡Viva el monoencaste!

Si la reivindicación de encastes y ganadería diferentes supone defender corridas como la de Partido de Resina, o como la de Escolar del otro día (salvado sea el primero), o como la de Dolores Aguirre de Sevilla,... conmigo que no cuenten. Así, prefiero el monoencaste. Prefiero ver un día a Juan Pedro, otro a Cuvillo, otro al Pilar, otro a Fuente Ymbro, otro a Victoriano del Río, otro al Ventorrilllo,... Las posibilidades de que un toro de estos hierros meta la cara es, a lo que se ve, mucho más probable. Y, en consecuencia, es más probable ver torear que, al cabo, es lo que uno persigue cuando va a la Plaza. Rarezas de uno, ya saben.

Que sea bueno mantener una ganadería como Pablo Romero (hoy Partido de Resina) es algo que no puedo discutir. Que esos toros tengan que lidiarse sólo tiene sentido si hay alguna posibilidad de que tengan al menos una gota de casta y que, por lo menos uno, embista por derecho.

En esta corrida sólo embistió de verdad el primero, uno de Nazario Ibáñez que remendó la corrida y con el que Garibay demostró oficio y detalles de gusto, que no tuvieron más recompensa por el mal uso de la espada. El cuarto fue un animal de ¡672 kilos! de Partida de Resina manso y difícil que le corneó durante la faena de muleta. Una barbaridad que salgan toros así y una pena que el mejicano acabara en la enfermería.

Serafín Marín estuvo muy bien de capa con el segundo bis, un sobrero de Los Chospes al que recibió por verónicas ganándole terreno en cada lance. Con la muleta, lo mejor fue su decisión, las dos primeras series en redondo y las ceñidísimas manoletinas del final. Se quedó enganchado en los pitones al entrar a matar al toro, afortunadamente sin consecuencias. El quinto era un toro imposible con el que estuvo muy firme, pero al que era imposible sacarle nada. Nuevamente, no muy acertado con los aceros. Grata impresión la que dejó Serafín, aunque sin nada relevante que no sean su decisión y esos pocos destellos en el primero de su lote.

Sergio Aguilar tuvo un lote imposible de Partido de Resina, con dos toros sin casta alguna, pero tampoco se le vio excesivamente centrado. A ver si en la próxima comparecencia los toros ayudan algo más.

PD. Hoy me he quedado sin ver a los novilleros. Una pena. Me cuentan que el mejicano Sergio Flores ha estado bien.

PD2. No hay derecho a que hayan echado para atrás la corrida de Sorando para mañana, como hicieron el otro día con Garcigrande. No puede ser que se carguen de esta forma los carteles de las figuras. Por favor, que se vean antes los toros en el campo y se decidan si las corridas están o no para Madrid cuando salgan los carteles. Y menos preocupación por el "tipo" y más por el comportamiento: lo mismo así podemos empujar la Fiesta, y no tirarla al suelo como parece que pretenden algunos "aficionados".

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