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domingo, 16 de enero de 2011

Reflexiones sobre el nuevo concurso para la adjudicación de la Plaza de Las Ventas (1 de 7)

Este año expira la última de las prórrogas a las que tenían derecho los actuales gestores de la Plaza de Las Ventas, lo que implica la necesidad de que su propietaria, la Comunidad de Madrid, decida sobre su futura gestión. Desde distintos medios de comunicación taurinos y blogs de aficionados se han comenzado a efectuar algunas reflexiones sobre este proceso (Los Toros en el Siglo XXI, por ejemplo, ha iniciado el debate sobre si es preferible la concesión, la gestión interesada o algún otro sistema y Taurología, en su encuesta, plantea una pregunta sobre la cuestión más importante del nuevo Pliego). Incluso algunos de los principales toreros, en una reciente comida con la Presidenta de la Comunidad de Madrid, han mostrado su preocupación por el nuevo Pliego que deba regir el futuro concurso, criticando el elevado canon que deben abonar los empresarios (lo cual no deja de ser una manifestación un tanto sorprendente, primero, por venir de los toreros y no de los empresarios y segundo, porque no se dice qué trata de lograrse con una reducción del canon, si un mayor beneficio para el empresario, mejor remuneración de los toreros, de los ganaderos,… o una disminución del precio de las entradas, que siendo algo deseable en casi todos los cosos, no es preocupante en Madrid, donde los precios son los más bajos de toda España).

Comparto, no obstante, con estos toreros y con los profesionales y aficionados que ya están en este debate, que la Fiesta se juega mucho en este concurso para la futura gestión de Las Ventas. Y ello, por distintos motivos. Primero, porque la Fiesta está siendo objeto de múltiples agresiones en cuanto a su legitimidad moral y su presencia social, sin que la respuesta esté siendo precisa ni coordinada, y Las Ventas es un estandarte que, bien utilizado, puede demostrar los valores culturales y la amplia acogida de la Tauromaquia entre los más variados sectores. Segundo, porque en el actual escenario de crisis económica y recorte de festejos, una plaza de temporada es más necesaria que nunca. Tercero, porque a pesar de que entre los habituales de los tendidos venteños hay mucho integrista, se trata de una plaza que permite demostrar cómo puede ser una Fiesta digna y, a la vez, festiva, recuperando una tauromaquia eterna y toreros que de otro modo no estarían en el circuito (tal y como sucedió en la tarde de Juan Mora en la pasada Feria de Otoño). Y cuarto, porque la Comunidad de Madrid está apostando por la Fiesta, su Presidenta es cabal aficionada, y es consciente de que lo que se haga en la primera plaza del mundo es a la vez referencia y termómetro para otras muchas plazas.

Por eso, a lo largo de distintas entradas en días sucesivos voy a efectuar mis reflexiones sobre cuáles son los elementos que, a mi juicio, deben tenerse en cuenta para elaborar el futuro Pliego y que enlazan con las que ya fui desgranando al finalizar el pasado San Isidro en tres entradas diferentes (Conclusiones I, Conclusiones II y Conclusiones III). Soy consciente de que se trata de un ejercicio de escasa relevancia práctica por su carácter parcial y porque a quienes corresponde elaborar el Pliego tendrán en mente otros muchos factores e intereses que no tienen por qué coincidir con los de los aficionados (y, en concreto, con mi visión de la Fiesta); pero si algo de lo que se plantea aquí sirve para avivar el debate y que el Pliego no se elabore sólo con inercia, ya habría servido de algo. Además, tener ilusiones no cuesta nada…

El modo de acercarme a este debate, no obstante, va a ser algo diferente a lo que hasta ahora he podido ver. Trataré de hacerlo en seis pasos:

  • En la siguiente entrada hablaré del actual Pliego: cuál es el sistema de gestión que incluye, cuáles son las principales obligaciones del adjudicatario y cuáles los criterios para seleccionar al empresario.
  • A continuación efectuaré un breve resumen de qué es lo que, a mi juicio, ese Pliego ha conseguido para Las Ventas. Es decir, qué elementos de la oferta resultaron relevantes para la selección del adjudicatario y cuál es la gestión en la que se ha traducido las obligaciones y los criterios de selección del Pliego.
  • Más tarde apuntaré cuál es la misión que, desde mi punto de vista, Las Ventas debe tener en la Fiesta. Es decir, qué es lo que debería tratar de conseguir el nuevo concurso.
  • Definidos los objetivos, abordaré el debate de los distintos sistemas de gestión, apuntando cuál (cuáles) es en mi opinión el más adecuado para cumplir con esos objetivos.
  • Tras el sistema de gestión apuntaré cuáles podrían ser los criterios de selección del adjudicatario que ayudaran a elegir a quien mejor pudiera dar cumplimiento a esos objetivos.
  • Y, por último, haré algunas reflexiones generales (pero no por ello de menor trascendencia) sobre los abonos, las instalaciones de la Plaza, los sistemas de venta de entradas, devoluciones, etc.

1 comentario:

José María JURADO dijo...

Qué noble eres, Lorenzo: deberían encargarte el Pliego a ti. En fin, a ver si al menos alguien se aplica al copiar y pegar y tu altruismo nos salva.

Lo que salga de Madrid decidirá la supervivencia de la Fiesta y como no salgo algo atractivo moderno, cultural y dinámico, mejor que ni salga.

Abrazos.