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domingo, 21 de febrero de 2010

Vistalegre (21 de febrero de 2010) - Así no

La plaza de toros (o Palacio) de Vistalegre presentaba poco antes de comenzar el festejo un ambiente desangelado, con la mayoría de la gente que había acudido al coso apelotonada en las localidades más económicas. Al poco de comenzar el paseillo, sin embargo, comenzó una invasión pacífica de los espacios inferiores y al menos la mitad de la plaza pasó a tener una apariencia de entrada aceptable. Los acomodadores no hicieron el menor amago de impedir el mejor acomodo del personal y la cara de quienes habían pagado tres o cuatro veces más por su entrada que sus nuevos vecinos de localidad era todo un poema.

Por lo demás, la tarde ha transcurrido sin momentos que uno vaya a recordar toda una temporada. Ha habido, eso sí, apuntes de toreo caro de Javier Cortés, que tomaba la alternativam y apuntes de buenas maneras y oficio de Rubén Pinar y de Tendero. Pero ni los toros han sido poderosos, nobles y repetidores (algunos, eso sí, han sido bastante mejores que otros), ni los toreros han arriesgado todo lo que debían. Y por si eso fuera poco, con la espada no han estado bien ni Pinar ni Tendero (salvo la gran estocada que éste ha propinado al quinto); y Cortés ha estado rematadamente mal, lo que le ha impedido, probablemente, haber salido en hombros.

Al toro de la alternativa Cortés lo ha recibido bien de capa y ha realizado un ajustado quite por chicuelinas. Con la muleta ha dado dos series buenas con la derecha, componiendo bien la figura, y otro par de ellas al natural con el porte más forzado. Luego la faena ha transcurrido con pases en las cercanías antes de rematar con una serie muy artística en la que ha destacado el cambio de mano de frente justo antes del embroque del toro, al comenzar esa última serie. Miles de pinchazos y reiterados golpes de verduguillo han dejado su faena sin premio alguno.

En el sexto se fue a porta gayola y lanceó luego con más voluntad que acierto. Buen toreo nuevamente con la derecha y al comenzar a torear al natural el toro se ha rajado y se ha ido hacia las tablas a pesar de lo cual el torero lo ha sacado al centro y le ha sacado algunos pases realmente interesantes. El arrimón, los pases cambiados, circulares y demás han calentado el ambiente aunque han tenido mucho menos fuste que lo que llevaba hecho antes. Hubiéramos querido más toreo hondo y menos concesiones a la galería, pero cada uno es libre de marcarse el camino que quiere en su profesión (el populismo o la hondura para minorías selectas). Colocó media estocada trasera y tendida y dio más descabellos de los que un aficionado medio puede contar sin desesperarse.

Rubén Pinar ha tenido en su primero un toro flojo y soso y le ha contagiado la falta de ganas. ha tirado de oficio y ha dado series buenas, pero sin más; sin hondura y sin transmisión. El toor no tenía mucho que dar y él tampoco ha puesto lo que le faltaba al animal.

En el cuarto la mayoría del público le ha jaleado algunas series al hilo del pitón y toreando hacia fuera. Uno, que no tiene prejuicios sobre la colocación del torero ni sobre el diseño de los pases, sí reconoce que hay formas de interpretar el toreo que acostumbran a dotar a este arte de mayor enjundia. Y el modo en que Pinar lo ha hecho esta tarde, sin ser incorrecto ni pretender quitarle mérito alguno, no me ha parecido especialmente artístico. También se ha pegado un breve arrimón de circulares y pases similares en las cercanías del animal y ha rematado su trasteo con unas manoletinas algo apresuradas. Ha matado de un pinchazo y un bajonazo infame. Con el capote ha quedado inédito.

Tendero ha recibido de capa al tercero poniendo interés pero sin gracia. Con la muleta ha comenzado muy toreramente llevando al animal a los medios con pases hondos que hacían presagiar una faena grande. Sin embargo, llegado que fue al centro del redondel tiró de oficio y de técnica, pero sin romper. Media estocada y dos descabellos despidieron al Zalduendo.

Al quinto le toreó sobre todo al natural, pero el toro o se quedaba corto o huía del engaño y así es muy difícil hacer una faena redonda. Dio pases de interés, pero sin que hubiera la continuidad requerida. La grandísima estocada que recetó a este animal fue seguida de una petición que no demuestra sino la benevolencia y ganas de fiesta del personal.

Si con esta predisposición de los asaltantes de las localidades bajas no se ha cortado ni una oreja ustedes pueden entender fácilmente cómo hemos salido de allí los aficionados.

1 comentario:

entradas san isidro dijo...

la verdad es que podría estar mucho mejor organizada esta fallida feria de invierno.