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sábado, 20 de febrero de 2010

Apuntes de urgencia

La temporada ha comenzado a dar sus primeros pasos (en la confección de las ferias y en la celebración de los primeros festejos de interés) y se ha puesto de manifiesto, con una contundencia inapelable, que la afición reclama cada vez más calidad en los carteles. Sin más aditamentos ni elementos de supuesto interés o morbo. Probablemente donde se ha visto con un realismo absolutamente inesperado, como ya comentamos hace unos días, haya sido en Vistalegre, donde el cartel de los mediáticos ha convocado a menos gente de la que acudirá mañana a un cartel de toreros jóvenes, casi desconocidos para los que no son aficionados, pero que representan una importante esperanza para el futuro. Este signo supone, para mí, una gran alegría en cuanto marca una senda para una temporada que debe estar marcada por la seriedad de todos los que tienen algo que ver con esto (empresarios, toreros, ganaderos,…). Es mucho lo que nos jugamos. Espero que sepan estar a la altura.

Como deberían estar a la altura para denunciar con voz clara la permanente agresión a la que TVE somete al mundo de los toros. Lo penúltimo ha sido la historia de los dibujos animados antitaurinos que tratan de ponerse del lado del toro y en contra del torero, mostrando a los niños más pequeños (público al que van destinados los dibujos en cuestión) una visión distorsionada y falsa de la Fiesta. Pero no sólo eso. Mostrando una imagen distorsionada de los animales. Alguien debería recordar que hacer creer a los niños que los animales tienen sentimientos, reflexiones y pareceres humanos es engañarles. Y eso es peor, mucho peor, que estar a favor o en contra de la tauromaquia. El blog “Los toros en el siglo XXI” ha iniciado una protesta a la que nos adherimos, para hacer llegar a TVE nuestro absoluto malestar por este hecho.

A la vez, los medios de comunicación no dejan de destacar que un torero ha sido detenido por un delito de explotación sexual, o algo por el estilo. Del torero en cuestión no tengo noticias (y no será porque no sigo la temporada). Debió tener su hueco hace unos años, pero insistir ahora en su condición de matador de toros para realzar el impacto de la noticia es un puro sinsentido.

Volviendo a Vistalegre, resulta extremadamente curiosa la sustitución de Jesulín por Leandro. Jesulín no ha acudido, según el parte facultativo, por una lesión en la mano, y según los malévolos por la escasísima entrada que iba a presenciarse y que podía dar lugar a todo tipo de comentarios y obligarle a reducir sus pretensiones en sus próximas comparecencias. El que entre Leandro, un torero de muchísima clase, muy del gusto de la afición de Madrid (a diferencia de los mediáticos) y muy poco placeado, ha dado lugar a todo tipo de especulaciones. Desde que trataba de atraerse al público de la capital que de otro modo no iba a acudir, hasta quien opina que había que poner a alguien que no hiciera mucho ruido,... Como hemos dicho muchas veces, la trasparencia en imprescindible. Y, como siempre, ha brillado por su ausencia.

Por último, mi agradecimiento al Club Taurino Cacereño por el buen rato que pasamos en la charla del pasado jueves. Creo que la mayoría de los asistentes quedaron sorprendidos por las anécdotas taurinas que habían llegado a los Tribunales y por cómo éstos se habían pronunciado sobre cuestiones diversas de la tauromaquia. Muchos acudían temerosos ante lo que podía ser una aburrida sesión de derecho (que casi siempre se muestra incomprensible), pero comprobaron cómo, dependiendo de aquella parte en la que se incida, puede tener vertientes entretenidas y para la reflexión. Fue una maravilla la acogida y sus comentarios y, como les comenté, me resultó especialmente satisfactorio ser el siguiente invitado del Club después del maestro Joselito, sin el cual no se entenderian la mayoría de las cosas buenas que hay hoy en la Fiesta.

… Y mañana volvemos a los toros.

1 comentario:

José María JURADO dijo...

He perdido diez minutos de mi vida viendo los indignantes dibujitos, pero así hacen con todo, formación del espíritu nacional le llamaban.