En el toreo, como en todas las actividades humanas (más aún si son artísticas), los estados de ánimo influyen de forma notable en cómo transcurra la lidia y cuál sea el resultado del matador.
Lo visto en San Sebastián de los Reyes ratifica que Perera está pletórico, Castella indeciso y Talavante absolutamente desorientado.
Los toros de Núñez del Cuvillo no fueron un dechado de virtudes, pero tampoco tenían un aspecto especialmente amenazador ni intenciones propias de alimañas. Fueron toros más bien sositos, unos con algo más de guasa que otros, que permitían estar delante y tratar de interpretar el toreo que puede esperarse en una plaza de Castilla en fiestas.
Castella, con su primero, muy mal lidiado en los primeros tercios (salvo por la colocación de las banderillas, que fue eficaz), quedó inédito con la capa. Con la muleta empezó de forma torera la faena en el tercio. Luego, demostró un buen entendimiento del animal y sacó algunos pases estimables, aunque faltó decisión y más claridad de ideas. Hubo detalles, retales, pero sin una idea de faena. La media estocada cayó manifiestamente baja.
Con el cuarto, peor lidiado aún y nuevamente sin toreo de capa, brindó su faena al público y empezó desde el centro del ruedo, pero el toro se revuelve pronto y desluce lo que el matador trataba fuera una forma rápida de poner al público en su favor. Dio series con ambas manos, con más voluntad que hondura y finalizó con un arrimón y pases cambiados. Después de un pinchazo, trató de volver a poner al público de su lado con manoletinas y pases ajustados. Dio resultado. Tras una estocada casi entera se le concedió una oreja. Hubo voluntad del francés y está algo mejor que hace unos meses, pero se echa de menos la clarividencia y el arrojo de la temporada pasada.
Perera demostró que está sublime en técnica, valor, hondura y mente clara. Lanceó con buen trazo al segundo de la tarde aunque el toro salía suelto del encuentro con el capote. Bien el picador y los banderilleros. Comenzó la faena de muleta con ocho o nueve pases por alto sin moverse un ápice. Sencillamente impresionante. Luego, dio buenas series con la derecha, pero la faena bajó algo al cambiarse la muleta de mano, porque el toro derrotaba y huía del engaño. Aún así, toreo de quietud y dominio, a falta de arte, que no era posible. Al volver a la diestra el toro había dejado de embestir. Estoca entera, aunque algo trasera y baja.
Con el quinto, un toro más complicado y peligroso, la faena de muleta fue maciza. Lo dejó crudo en el caballo y quitó de forma vistosa con verónicas, pase por la espalda y revolera. Citó desde el centro del ruedo, haciendo sin inmutarse dos pases cambiados a un toro que llevaba una velocidad endiablada. Luego, series muy buenas con la derecha, con pases hondos, dando sitio al toro y mandándole mucho,… A pesar de que el toro cabecea, consigue que no le toque la muleta. Luego, una serie grandiosa al natural, lenta, templada,.. hasta ligar de forma magistral con el de pecho. Al final, circular lentísimo, tres en uno, arrimón con varios circulares invertidos, bernardinas,… Todo en el centro del ruedo. Estocada ligeramente caída de lenta ejecución y dos orejas después de que el toro se aguantara la muerte y el matador ordenara que nadie le diera un capotazo, para dignificar aún más el momento.
Por su parte, Talavante estuvo espeso toda la tarde. En el tercero trataba de parecer técnico, pero se le notaba sin sitio. El toro ayudaba muy poco y tras series sin mucha historia se dio un arrimón para tratar de justificar la faena. Infame con la espada pinchó innumerables veces y descabelló también unas cuantas.
Al sexto lo recibió con algunas verónicas de buen trazo y quitó por gaoneras (aunque no demasiado ajustadas). Empezó por alto en el tercio la faena de muleta y después de sacárdselo a los medios dio una serie buena con la derecha. Otras dos con la misma mano fueron poco más que correctas y a partir de ahí empezó a despegarse, el toro a engancharle la muleta, a desarmarle,… Con la izquierda lo intentó sin éxito. Y, como el toro hizo amago de rajarse, se fue a tablas y se puso en un sitio donde era imposible que el toro pasara. Nadie sabe muy bien por qué (hemos visto casos en los que los toreros, con mansos de solemnidad, hacen su faena en tablas, pero sabiendo dónde se ponen y qué pretenden, lo cual aquí, o no sucedía o no se trasladó al tendido).
Tarde, en fin, de una faena importante y otras dos con algunos detalles. Y una plaza más en la que hemos visto torear.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Pererero, pererón, pererista, perejil. ¡Viva Morante y el bacalao al pil-pil!
Pues sí, para qué vamos a engañarnos. Me parece que lleva una temporada estupenda.
Lo bueno es que el ramillete es abundante: Ponce (magnífica tu entrada y sabias las apreciaciones), Morante, JT, Perera, Juli, Cid,... Y Daniel Luque, que dicen que toreó en Málaga de forma excepcional (a ver si podemos verlo antes de que acabe la temporada).
Publicar un comentario