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viernes, 2 de julio de 2010

La prórroga - Anotaciones de urgencia

Se me han adelantado. Del análisis que he hecho de San Isidro me falta el último capítulo, el relativo a la Plaza y su gestión. Lo haremos pese a todo.

Pero la CAM se me ha adelantado. En contra del escrito que firmaron todas las asociaciones de aficionados y abonados, de todos los medios de comunicación (salvo los que hacen negocio con la Feria -SER y Digital +- y los que están al servicio de sus amos -Telemadrid-) y del más venerable sentido común, la Comunidad ha prorrogado a Taurodelta para que gestione un año más la Plaza de Las Ventas.

Hay que tener mucho cuajo para después de la Feria de este año decir que prorrogan porque la empresa ha cumplido el Pliego. Si cumplir el Pliego es que treinta días de toros sean como han sido, la razón es más que sobrada para no dar la prórroga y cambiar el Pliego. Pero son muchos los intereses, poca la sensatez y casi nula la capacidad de quienes están al frente del cotarro.

Eso sí. Por favor, no nos tomen el pelo. Espero que no sean capaces de declarar la Fiesta Bien de Interés Cultural la misma legislatura que prorrogan a estos individuos para gestionar esta manifestación de la cultura en su templo más representativo. Porque si lo que hacen estos señores es cultura, lo que yo escribo en este blog es la continuación mejorada del Ulises de Joyce.

Los políticos han perdido absolutamente la vergüenza y la dignidad. Da igual que hablen del Estatut, de la reforma laboral, del aumento del IVA, de la Ley del Aborto, del Plan E, de la ilegalización de partidos,... o de la concesión de una Plaza de Toros. Buscan sólo su comodidad y sus intereses. Su perpetuación en el poder. Les da igual la Tauromaquia lo mismo que les importa un bledo la vida humana, la seguridad de los trabajadores, la gente que va al paro o la falta de calidad de la educación o la justicia. Sólo les preocupa que les voten para poder seguir vivir del cuento.

Y en medio de todo esto, obviamente, la Tauromaquia es lo de menos. La pena es que estemos en sus manos. Que tampoco haya verdaderos empresarios taurinos que sean los que construyan y gestionen sus propias plazas, los que compitan entre sí.

Prefiero al empresario más sinvergüenza de los que se juega su propio dinero que al mejor de los que tengan que compadrear con una Administración para que le den un negocio cautivo.

Pero esto de que haya alguien con dinero que quiera de verdad apostar por los toros es mucho pedir. Y no están los tiempos para ello...

1 comentario:

José María JURADO dijo...

R.I.P.

Lo del Ulises, puede.