Magnífico fin de semana en Ávila.
Hay que agradecer iniciativas como las de la Plataforma para la Defensa de la Fiesta.
La obra de Boadella "Controversia del toro y el torero" es una reflexión lúcida, aunque tal vez poco teatral, sobre las razones a favor y en contra de la Fiesta. Es quizá un texto que puede degustarse mejor como lectura que como representación. Además, la visibilidad no era del todo buena y la función tuvo que interrumpirse momentáneamente al poco de empezar por algunos problemas de sonido. En todo caso, era un comienzo oportuno. Los actores espléndidos y lleno total.
El concierto de Aute comenzó con algunos criterios de clasificación de los seres humanos que concluyó con el que nos divide entre los taurino y los no-taurinos (que a juicio de Luis Eduardo, "no se enteran de nada"). El escenario estaba situado junto a la muralla lo que daba un encanto especial (me recordó aquel concierto en Cáceres, allá por el ochenta y siete o algo así, en el que presentó el disco "Templo" con el Arco de la Estrella al fondo). Para los que no son muy devotos del cantautor-poeta-cineasta quizá el concierto se hizo muy largo. Fueron casi tres horas en las que cantó todo su nuevo disco (14 canciones) entre las que intercaló algunas de sus canciones de los discos más recientes. Sólo al final enlazó varias de las canciones más conocidas (De alguna manera, Las cuatro y diez, Anda, Sin tu latido, Cada vez que amas,...) finalizando con una muy buena interpretación a capella de "Al alba". Después pudimos acercarnos al camerino y charlar un rato con el artista, dispuesto y locuaz.
A la mañana siguiente, la mesa de ideas moderada por mi maestro Andrés Sánchez Magro tuvo un gran interés. Desde las diez razones para ser taurino de Boadella, anotadas en unas tablas de la ley de papel (el toreo no es espectáculo, es efímero, no es moderno, es ritual, es popular,...), hasta las consideraciones éticas de Víctor Gómez Pin (el toreo es una disciplina ascética, sobria, que explica la esencia de la vida; en los últimos veinte años se ha negado la esencialidad del ser humano en el mundo de la animalidad, y este cambio de paradigma es terrible porque la causa del hombre está siendo sustituida por la causa de la animalidad, pero reconociendo la esencialidad del ser humano no puede hablarse de falta de ética en el toreo), para concluir con las estampas de la vida tarina de Fernando Sánchez Dragó (magnífico e hilarante alegato de cómo el toreo va trufando de sentido, alegrías y sensaciones de pérdidas la vida, cómo le va dando un sentido real: es el único espectáculo que no es espectáculo, que es real). Dragó reivindicó el toreo porque recuperan la libertad de costumbre y explicó cómo retiene en su memoria momentos vitales grandiosos asociados a eventos taurinos: cuando se corrió la noticia de la muerte de Manolete; cuando compartió parte de un viaje en tren a Madrid con el viejo Cascales y toda su cuadrilla; la huida a los sanfermines el año del suicidio de Heminway; el toreo absoluto de Paula en la tarde de la despedida de Bienvenida; la tarde de la despedida de Manolo Vázquez y el catalán fin de semana de la reaparición de José Tomás. Reinvindicó también el importante gesto de los toreros, José Tomás y el Juli, que esa tarde desinteresadamente iban a actuar para ayudar a la difusión de la Fiesta.
Luego, cañas y comida tradicional castellana antes de ir a los toros.
Y la corrida de la tarde. Pero eso es parte de otra historia...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario