Los cuatro días en Nimes han sido absolutamente memorables. No sólo por la posibilidad de compartir con juristas y aficionados varios unos interesantísimos Encuentros de Derecho Taurino, sino por el descubrimiento de una Feria y una afición realmente ejemplares.
Los toros en Francia (especialmente en el sudeste) son un signo de distinción cultural. Y todo el centro de la ciudad está absolutamente dedicado a promover la cultura taurina. Es más fácil encontrar vídeos de toros, cabezas disecadas, trajes de torero, capotes, muletas, cuadros, esculturas,... en los alrededores de la Arena de Nimes y en sus hoteles que en cualquier otra feria de España.
Hay mucho que contar y espero poder ir haciéndolo poco a poco y con mano baja, como se merecen los toros que embisten hasta el final.
Como adelantó mi compadre de blog, allí dimos noticia de la próxima publicación de "La tauromaquia a través de sus conflictos. Jurisprudencia taurina" una obra que estará en las librerías en un par de semanas y que recopila, ordena y comenta más de ciento sesenta sentencias de temática taurina. Su redacción ha sido laboriosa pero tremendamente gratificante e ilustrativa. Espero que los lectores disfruten también con la multitud de anécdotas que reflejan las sentencias y que les ayude a reflexionar sobre cómo está organizado el mundo del toro y sus aledaños. Como parte del hecho cultural, la tauromaquia exige no sólo el disfrute a través de los sentidos sino también un sustrato doctrinal que aglutine memoria y aparato crítico. Esta es mi modesta aportación. Absolutamente ínfima si se compara con la de quienes se juegan la vida cada tarde en los ruedos, aquellos que realmente dotan de verdad al ritual.
El libro se publica en la editorial Aranzadi - Thomson Reuters, que es la principal editorial jurídica en España. Ya han incluido en su página web una mención a la obra y a la noticia que sobre el libro publicó el diario Midi-Libre, periódico local de Nimes de cuya información taurina tendrían que aprender todos nuestros diarios.
(Mi recuerdo a Paquirri de cuya trágica muerte en Pozoblanco el sábado se cumplen veinticinco años. Paquirri fue uno de los toreros de mi infancia. Como Manzanares, como el Niño de la Capea, como Julio Robles,... Y su muerte, una auténtica conmoción colectiva que recordó la verdad y la tragedia de la Fiesta. Alguno quisieron lucrarse con las imágenes de su dolos en la enfermería y en uno de los procedimientos que vienen reflejados en el libro, el Tribunal Constitucional declaró que esas imágenes de la enfermería pertenecían a lo más íntimo del diestro y de sus familiares. Hoy Telecinco estrena no sé qué serie sobre el maestro. Por precaución no la veré. No sé si lo que van a contar es exactamente lo que un aficionado espera de la biografía de un torero o lo que un consumidor de carroña de la prensa rosa devora y vomita. Me temo lo peor, aunque espero equivocarme).
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1 comentario:
Yo tampoco veré lo de Paquirri, me resulta inmoral que se lucren con una profesión de la que se han burlado en todos sus programas.
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