Gracias al poeta Santos Domínguez (http://santosdominguez.blogspot.com/) que me mantiene al día de las actualidades literarias (http://encuentrosconlasletras.blogspot.com/), dispongo de la traducción de Jaime Ferreiro Alemparte de parte del corpus poético de Rainer Maria Rilke, con T. S. Eliot el mayor poeta del siglo pasado.
Quien esté familiarizado con la obra de Rilke y su figura, aunque seguro que conoce el poema que sigue, no estará más de acuerdo en afirmar que no se trata de un lírico en el que se pueda atisbar en ningún caso presencias folklóricas en su obra a la manera de un Lorca, de un Picasso.
Es más, los animales son en él una presencia extraña en la que alienta un conocimiento primitivo dle mundo y del transmundo.
La presencia de España en su poesía, estudiada en profundidad por Jaime Ferreiro, es más honda, así posiblemente sus ángeles mortíferos de las Elegías de Duino estén inspirados por los ángeles del Greco. Sevilla, por ejemplo, no le causó impresión alguna y sin embargo en Ronda, el abismo, lo llevó a la ciudad irreal del aire atirantada.
No estuvo interesado en toros y sin embargo qué grandioso poema nos dejó al respecto, que por cierto, es citado en la serie Juncal por la última amante del torero, estudiosa del poeta.
Por extensión debe aludir a todo el toreo, ordenado en sus tercios por el chiclanero, a lo mejor revisó el poeta la tauromaquia de Paquiro, ya que no lo pudo ver torear pues murió en 1.854 mientras Rilke nació en 1.875
CORRIDA
(In memoriam Montes, 1.830)
Desde que, insignificante casi, se arrancó
del toril, el espanto pintado en el semblante
y aceptó la terquedad del picador
y la incitación de las banderillas
como si fuera un juego, crece ahora
su fogosa estampa -mira: en qué tamaña mole
se amontona del remoto y negro odio,
su testuz contraída como un puño,
no jugando ya contra uno cualquiera,
no, sino izados en la cerviz sangrientos
garfios detrás de los calados cuernos,
consciente ya de su enemigo eterno
ése, que en oro y seda rosa malva
se vuelve de pronto y como a un enjambre
de abejas, a las que de pronto despectivo tolerase,
al aturdido le deja bajo el brazo franco
el paso, mientras sus cálidas miradas se alzan
de nuevo levemente conducidas
y como aquel círculo, afuera, se aplacara
en el brillo y lo oscuro de sus ojos,
y en cada palpitación de los párpados,
hasta que apuesto, impasible, y sin odio
apoyado en sí mismo, sereno, sosegado,
hunde casi blandamente el estoque
en la gran ola que rueda y retorna,
y su ímpetu se ah0ga en el vacío.
RAINER MARÍA RILKE
(París, 3 de Agosto de 1.907)
"¿Ve cómo ese Rilke que ni sabía lo que es torear también nació para cantar a los toreros?"-dice Juncal.
El poema, como se ve, es solemne, sublime. Especialmente la última estrofa.
sábado, 22 de diciembre de 2007
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2 comentarios:
Como veis, aunque profana, insisto en leeros y me animo a comentaros. Esta vez, con la autoridad de otro amante del toreo, mi padre, a quien mi buen amigo conoce. Me sugiere algunas preguntas para los autores del blog. "¿Qué torero os gusta que haga bien el torear andando?" ¿Por qué se valora poco el toreo a una mano? ¿Qué torero os gusta toreando a una mano? En fin, que ahí van las preguntas que espero tengan respuesta. ¡Un abrazo y feliz navidad!
El que mejor le ha andado a los toros ha sido Domingo Ortega, el toreo a una mano se valora, y mucho, en la brega. Decir qué torero me gusta a una mano de las cuadrillas es difícil, de los matadores, Joselito. De los toreros en activo, el que más cuida al toro, el Cid, posiblemente. Y el que mejor le anda a los toros ahora, José Tomás, por lo cerca, en el sentido clásico, Ponce.
Gracias, es mi opinión, ¡feliz navidad!
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